
La situación de nuestro país no es una novedad, las carencias de nuestra clase política, la corrupción impropia de un país que se supone democrático, miembro de la UE, etc, etc, está entre nosotros desde hace décadas. En estos momentos simplemente la situación económico-financiera y los índices galopantes de paro hacen que este «debe» nacional sea mucho más obvio y sangrante. Mientras las cosas funcionaban y la gente tenía trabajo parecía tener menos importancia lo injustificable de la gestión de nuestros políticos y la bomba de relojería que teníamos delante y que nadie parecía querer ver mientras los datos estadísticos dieran pie a buenos discursos políticos. Bien, por lo menos ahora parece que hay un sector de la sociedad que ha despertado, aunque creo que tarde. Hemos vivido unas acampadas bajo el sol que han ido degradándose desde su magnífico empuje inicial dando lugar a parecer una caricatura que daba la razón a los que opinaban que eran una panda de «desarrapados». Incluso los que apoyábamos ese movimiento consideráramos que era hora de centrarse en acciones concretas.
Hoy vivimos una nueva manifestación multitudinaria en Madrid. Miles y miles de personas reclamando una sociedad más justa, lo que muchos llaman una democracia real y otros llamaríamos un simple, y complejo a la vez, llamamiento al sentido común y la dignidad. En este país ha habido manifestaciones anteriores por otros motivos que los gobiernos y partidos políticos de turno han apoyado, e incluso elogiado, aplaudiendo el sentido de la sociedad española. Ahora… ¿Dónde están escuchando y tomando medidas? ¿Es que ahora la sociedad no está demostrando el mismo interés y sensibilidad que en anteriores sucesos?
Lo malo de este movimiento es que ataca los fundamentos del estatus político de España. Me parece perfecto que nos manifestemos una y otra vez, que la gente sea aporreada por la polícia con mayor o menor justificación legal olvidando los motivos últimos por los que los ciudadanos llegan a transgedir esas leyes. ¿Para cuando un discurso de nuestros gobernantes manifestando que entienden lo que está pasando? ¿para cuándo dejar de lado partidismos miopes y egoismos de una necedad insultante?
Nada que hagamos sirve sin un inicio de reformas. Y no hablo de reformas económicas, convenios colectivos, congelaciones de sueldos o recortes presupuestarios. Solamente hay que ver las cuentas de la estructura multi-burocrática española de municipios, diputaciones, autonomías y demás para que a uno se le caiga la cara de vergüenza. Hablo de reformas que cambien la estructura política de este país: Reforma de la ley electoral incluyendo listas abiertas y reforma de la ley de partidos obligando a una transparencia interna en los mismos. Y eso para empezar. Después quizá podríamos meter mano a la gestión de las distintas estructuras institucionales (comunidades autónomas y municipios) o a la justificación de estructuras como las diputaciones provinciales entre otros cientos de cosas. Tenemos trabajo por delante para años. Pero para comenzar a trabajar en este estado de derecho nuestro necesitamos que los partidos políticos presentes en el Congreso y el Senado, sean nacionales o nacionalistas, dejen de atrincherarse en una situación que les favorece y quieran dar ellos el paso necesario, que miren por la ventana a esos miles de personas y quieran escuchar a la sociedad de su país.
Pero mi pregunta inicial era: Estamos muchos indignados… ¿Y? ¿Qué pasa con el resto de la sociedad que mira impasible preocupados lícitamente por su puesto de trabajo y el pago mensual de su hipoteca? ¿Qué pasa con todos los que piensan que en este país no pasa ni ha pasado nada anormal? ¿Qué pasa con los que piensan que es normal que se reelija en unas elecciones a personas que han demostrado su incapacidad o que están imputados en causas de corrupción y siguen presentándose en listas electorales y además ganan? ¿Qué pasa con un país que ve un mapa de corrupción como este y no le hierve la sangre más que a una minoría?
En el Blog Salmón leía el pasado 14 de junio este artículo: España está alta en la lista del Indice de Miseria Se habla en él del Worst Misery Index, en el que ocupamos el cuarto lugar solamente por detrás de países como Venezuela, Sudáfrica o Vietnam. ¿Qué más podemos pedir? Porque la cacareada Grecia está en octavo lugar…
¿Esta manifestación de hoy es el aprovechamiento de una agradable tarde primaveral usando nuestro derecho al pataleo inútil y el lunes a trabajar los afortunados que podemos? o vamos a ponernos finalmente en serio a hacer propuestas, recoger firmas y agotar las vías democráticas de que disponemos para intentar dejar el camino que llevamos desde hace décadas.