Y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra (empezando por mi mismo). Acabo de leer un post de Paul Boag, fundador de la agencia de diseño web británica Headscape. El post es extenso pero básicamente recuerda los principales errores que cometemos cuando abordamos un proyecto de blog corporativo:
Un blog no genera tráfico por arte de magia
Si no establecemos una verdadera conversación con los visitantes del blog y caemos em mensajes marketinianos o meramente corporativos, nuestro blog no funcionará. Nuestros lectores potenciales no encontrarán el interés en leernos y no tendremos el tráfico que esperamos.
Un buen blog corporativo requiere un compromiso a largo plazo
Hay que tener paciencia y crear contenidos atractivos de forma regular que permitan identificar, con el tiempo, nuestro blog como una fuente de informción útil para nuestros lectores.
Los feeds son una oportunidad perdida
La posibilidad de que nuestros lectores se suscriban al blog se desperdicia frecuentemente cuando eso es una muestra de interés por su parte y fundamental para fidelizar lectores.
No hace falta que nadie visite nuestro blog. Su misión no es generar tráfico sino reforzar nuestra imagen corporativa, de marca o de producto. ¿Qué más da que alguien use agregadores si lee lo que publicamos?
No somos verdaderamente participativos
En un blog es más importante escuchar que hablar, hay que crear diálogo. Dejemos que la gente opine sobre nosotros en vez de estar siempre cantando nuestras bondades.
Las notas de prensa no deberían aparecer en nuestro blog
No es su lugar natural ni nuestros lectores son periodistas, que son el público para el que han sido escritas esas notas de prensa. Pensemos para quién creamos el blog, quiénes son nuestros lectores y actuemos en consecuencia.
No debemos parecer una empresa «sin rostro»
Si nuestro blog es corporativo en el más frio sentido de la palabra no existe conversación. La gente no establece conversación con «empresas», lo hace con personas que hablan al mismo nivel.
Transparencia absoluta
Hay que ser transparentes. Los mensajes en Internet no se pueden controlar fácilmente. Si alguien habla mal de nosotros es mejor que lo haga en nuestro blog y que podamos conversar con esa persona de forma cercana. No somos perfectos, nadie lo es.
Los de marketing no suelen hacer buenos blogs
Si usamos mensajes publicitarios no estamos en el buen camino. El lenguaje de un blog debe ser directo y sincero, lo mismo que los comentarios de los lectores. Mensajes sencillos.
Esperamos demasiado de nuestros lectores
Los artículos en los blogs corporativos son excesivamente largos y además aburridos. No están pensados en función de quién va a leerlos. Hemos de ser sintéticos y sencillos y estructurar el blog de forma que requiera el mínimo esfuerzo buscar la información que interesa a cada cual.
Los blogs y nuestra competencia
Nuestra competencia va a leer nuestro blog así no podemos darles información. Bueno, si no hablamos de lo que sabemos y hacemos pensar a nuestros lectores «Esta gente sabe lo que hace» ¿Para qué nos metemos en este proyecto?
Nuestra competencia puede tomar ideas pero nuestros clientes potenciales también se van a ver positivamente influidos por nuestro conocimiento.
Los blogs corporativos no deben ser entendidos tanto como una herramienta de marketing y más como una de atención y servicio al cliente.