Conversación en redes sociales ¿o no tanto?

conversaciónConversación en redes sociales, ¿cuántas veces hemos escuchado eso en los últimos años? Se supone que las empresas deben plantearse los medios sociales de multiples formas y, entre ellas, una de las de mayor importancia, es la de conseguir «conversar» con sus públicos y, entre ellos, con sus clientes. Hasta aquí la teoría es estupenda y las intenciones, sobre el papel, más estupendas todavía. Sin embargo hagamos un pequeño ejercicio de reflexión y empecemos por el principio. ¿Qué es conversar? Si recurrimos a nuestra Real Academia Española de la Lengua encontramos la siguiente definición si buscamos el significado de «conversación»: Acción y efecto de hablar familiarmente una o varias personas con otra u otras.

No dejemos pasar por alto que hablamos de «familiarmente», y eso implica que el tono de la conversación debe ser constructivo e intentando solucionar el planteamiento inicial que haya dado origen a esa supuesta conversación. O dicho de otra manera, conversando como hacemos normalmente en nuestras vidas.

Lo curioso es que esos tonos familiares de las conversaciones no son, ni de lejos, los habituales en los medios sociales. Lo normal es que la conversación evolucione hacia la atención al cliente y a la resolución de todo tipo de quejas y comentarios sobre los productos y servicios de la empresa en cuestión. Seamos sinceros… Si la empresa hace su trabajo a la perfección es lo que se espera de ella y el comentario positivo no nace como consecuencia del buen trabajo (Sí, que nadie se me tire al cuello… alguno hay pero reconozcamos que no son los más frecuentes). Algo parecido a un árbrito de fútbol, si lo hace bien, es lo normal, si se equivoca salta la polémica y acapara las noticias y comentarios sobre el encuentro dejando a los deportistas en un segundo término.

Hace escasas fechas leía un artículo en la Red: «Los clientes prefieren recurrir a internet antes que al cara a cara para contactar con las empresas«. En ese estudio se comentaba que el 43% de los clientes prefiere contactar con la empresa a través de internet. Aunque, sin duda, eso ofrece a las empresas una oportunidad única de acercarse a sus clientes, volvemos al tono de las conversaciones que suelen ser mayoritarias, es decir, queja y tratamiento de la misma que, en el mejor de los casos, termina en un agradecimiento público del cliente. Y reconozcamos que el cliente es más mucho generoso en sus quejas que en sus agradecimientos. Normal, al fin y al cabo «el cliente siempre tiene la razón» y la empresa solamente ha hecho su trabajo y además tarde, porque si lo hubiese hecho bien desde el principio la «conversación» en redes sociales con ese cliente nunca hubiera sido necesaria. Como vemos hay indicios que inclinan a pensar que el equilibrio de la conversación y la credibilidad de las partes no está igualada.

Llegados a este punto me viene a la cabeza el famoso «Efecto Streisand». Supongo que todos conocen a la famosa cantante Bárbara Streisand y la polémica que creó al intentar eliminar de Internet algunas fotos de su mansión obteniendo con ello una reacción adversa de los internautas y que dicha foto tuviera mucha más difusión. Bien, la moraleja es que cuando te encuentras ante una situación adversa para tu empresa, hay que pensar si reaccionar de forma agresiva (aunque la razón esté de tu parte) puede tener peores consecuencias que el propio comentario negativo. Volvemos a la falta de equilibrio entre las partes. El usuario, supuesto eslabón débil de la cadena frente al famoso, la institución o la empresa, siempre dispone de mayor credibilidad. Hace poco leía otro artículo que me pareció interesante: «Las reseñas negativas pueden ser difamatorias«. Resumo por si alguien no quiere seguir el enlace: Una cliente de una pequeña empresa constructora norteamericana redacta un comentario en Yelp y acusa a la empresa de un mal trabajo y de robo de joyas. La empresa acude a los tribunales y el juez ordena a la mujer cambiar la reseña negativa y se continúa una demanda por  750.000 dólares por considerarse difamatorio el comentario. ¿Qué ha conseguido esa pequeña empresa? Por un lado ganar en los tribunales y por otro dejar su reputación online por los suelos. Como vemos las situaciones son complejas.

Si nos damos una vuelta por foros y redes sociales será fácil ver como la gente se «despacha a gusto» contra todo tipo de empresas. En nuestro país se llevan la palma los bancos y las empresas de telecomunicaciones, entre otros. Sin duda las empresas cometen errores y seguramente se merecen muchos de esos comentarios y más. Pero no es menos cierto que en otras muchas ocasiones el cliente (o a veces ni siquiera es cliente) no tiene razón en absoluto y, si se nos ocurre entrar a entablar una «conversación», el resultado generalmente no es bueno ya que las empresas disponen de menor credibilidad frente a, como he comentado antes, el eslabón débil que es el individuo. ¿Dónde podemos trazar la línea entre la libertad de expresión y las mentiras, difamaciones y acciones puras de troll?

Si analizamos el problema vemos que la reputación online de una empresa tiene un punto débil ya que no puede defenderse en pie de igualdad. En la mayoría de las ocasiones tiene las de perder. Aunque, como en el caso anterior, venza en un tribunal, perderá ante la opinión pública online que no le otorga la necesaria credibilidad. ¿Acabo de descubrir la rueda? En absoluto, esto siempre ha sido así, pero hoy, comenzando el año, me apetecía romper una lanza en contra del «buenrollismo» que siempre rodea a las redes sociales. Internet no es un mundo aparte, es simplemente algo creado por nosotros y con los mismos defectos y virtudes de cualquier otra cosa gestionada por personas. El manido concepto 2.0 es el imperio del individuo y es un soporte donde la empresa ya no se enfrenta a situaciones tradicionales sino que puede perder el combate reputacional frente a una sóla persona, incluso si la razón está de su lado (ya no hablemos si no la tiene). Si a este planteamiento añadimos un contexto social muy agitado en el que las empresas e instituciones son el foco de todo tipo de animadversiones, tenemos servido un buen guisado.

Y como el año ha comenzado con estadísticas como esta: 8 de cada 10 internautas usa las redes sociales, un 5% más que en 2011, simplemente me queda decir… Ánimo a todos los compañeros que se dedican a la comunicación online, no nos queda nada… Pero ánimo también porque es un camino interesante en el que podemos dar un giro a las cosas. La esperanza es lo último que se pierde.

La importancia del usuario y sus características en las redes sociales

Esta semana impartí un breve seminario sobre blogging para mis amigos de The Social Media Family y, a la salida, una alumna me preguntó cuáles serían las redes sociales en las que debería tener presencia una empresa. La respuesta fue un «pues depende». Complicada pregunta para responder rápido delante de una boca de Metro pasadas las diez de la noche… A pesar de que intenté responderle, me ha dado una excusa para este artículo. Para ello echaremos un vistado al estudio publicado este verano por MyLife.

Siempre estamos dándole vueltas a los grandes nombres de los medios sociales, que si Facebook (sobre todo desde su dubitativa salida a bolsa), Twitter y demás. Pero muchas veces olvidamos que si trabajamos en este mundo de la comunicación siempre debemos pretender que nuestro mensaje llegue al público que queremos o, por otro lado, que generemos el contacto adecuado con ese público (el famoso engagement). Muchas veces el oro no se encuentra donde todos están intentando encontrarlo y lo que hacemos es simplemente generar notoriedad de nuestra marca. ¿Es un error? En absoluto si eso es lo que queremos hacer. Pero pensar que cantidad y calidad es sinónimo de éxito sí es un fracaso de salida.

Tener claro cuáles son las características de los usuarios de un medio siempre ha sido vital (aquello de definir las audiencias) y en las redes sociales pasa lo mismo. A veces un entorno más pequeño o más segmentado puede producir mejores efectos para nuestros propósitos.

En esta línea me ha llamado la atención el estudio que expongo y que puede ayudar a responder a mi alumna. Cuando compartimos los contenidos de nuestra empresa… ¿No deseamos que sean atendidos y compartidos? ¿Qué medios nos permiten hacerlo de la mejor manera? Podríamos pensar que siendo Facebook y sus más de 900 millones de usuarios la mayor red podría encajar en nuestro objetivo, aunque su propia inmensidad nos dificultará sobresalir entre miles y miles de posibles competidores. Sin embargo usuarios de medios más modestos muestran porcentajes mejores a la hora de compartir esos contenidos publicados y, también, de simplemente leerlos o verlos.

Si observamos la tabla de la izquierda vemos dos columnas. La de la izquierda nos muestra porcentajes de observación sobre los contenidos y, la de la derecha, los correspondientes al ratio de compartirlos.

Casi siete de cada diez usuarios estadounidenses de LinkedIn afirman que usan la red para observar lo que se publica sin participar activamente, mientras que sólo el 10% lo utiliza para compartir fotos o actualizaciones de estado (el porcentaje más bajo de cualquier red social, según la encuesta).

Mientras tanto, foursquare es el sitio favorito para compartir activamente contenido: el 44% de los usuarios de foursquare publican fotos o actualización de estado, mientras que el 34% dice usar foursquare sólo para observar. Entre los usuarios de Facebook, el 37% utiliza el sitio para consumir contenidos, mientras que el 17% comparte contenido.

Las posiciones que ocupa Facebook en las dos listas son interesantes, pero tiene sentido en el contexto del estudio. MyLife preguntó a los usuarios si utilizan los sitios para la observación o para compartir (una cosa o la otra), mientras que muchos usuarios de Facebook están ahí para ambos propósitos. Además, la gran cantidad de usuarios de Facebook hace que muchos estén probablemente menos interesados ​​en un intercambio frecuente: No todo el mundo es creador de contenido. O dicho de otra manera, público numeroso generalista: «Alguno volará, es cuestión de estadística» como bien dicen en su anuncio los amigos de Mixta

Las particularidades de los usuarios de LinkedIn y Foursquare también explican sus posiciones en la lista superior. La mayoría de los usuarios van a LinkedIn para ver los perfiles de otros usuarios y aprender sobre su trabajo observando experiencias de terceros. Algunos usuarios actualizan sus páginas, participan activamente en grupos o suben contenidos, pero, mayoritariamente, los usuarios de LinkedIn leen y consumen información profesional acerca de otras personas. En Foursquare, por el contrario, se trata de compartir la ubicación actual. Rara vez se inicia sesión simplemente para curiosear. Luego el usuario tal vez publicará fotos, mirando lo que otros están haciendo, o aquellos más avanzados y menos coleccionistas de premios, explorarán para encontrar nuevos lugares para visitar y las opiniones que sobre ellos se han vertido por terceros. ¿Y Twitter? Pues claramente en el listado muestra un comportamiento porcentual intermedio, siendo el tercer soporte donde más se comparte (18%).

Lo que no podemos ver en este estudio y sí podríamos añadir estudiando numerosos informes que existen en la Red (y comentados en este mismo blog), es «¿Cómo son y en qué se diferencias los usuarios de unas y otras redes?». Argumentos como edad, nivel de estudios, etc, nos ofrecerán más datos necesarios para decidir dónde podemos encontrar nuestro público de mejor manera. En resumen, saber qué caracteriza a cada soporte y, además, cómo son mayoritariamente las personas que lo usan. Por último… no olvidemos en qué país estamos ya que este argumento también puede variar los resultados de nuestra planificación.

Cualquiera con interés por eso que se llama social media y que haya leído artículos en Internet habrá visto mil veces frases similares a esta: Antes de dar el salto a las redes sociales hay que hacerse muchas preguntas… ¿Por qué, para qué, dónde, con qué objetivo?

A mi alumna solamente decirle: paciencia. Al principio este mar de nombres y términos puede volverle loco a cualquiera. Al final, la verdad es que estamos hablando de comunicar y todo es mucho más sencillo de lo que parece. Al fin y al cabo todo consiste en ofrecer valor añadido a aquellos que buscamos, aportarles algo que haga que merezca la pena el tiempo que queremos que nos dediquen.

Radiografía del community manager

Un paseo por Internet y, sobre todo, por entornos sociales, Twitter, Facebook y demás, y posiblemente tengamos sobredosis del concepto de community manager. Lo que es y lo que no es, los estudios o experiencia que debe tener o maravillarnos de la oferta formativa existente en España para todo aquel que quiera meter la cabeza en el mundo de la gestión de comunidades online. Pero no voy a hablar de esos temas que ya se puede encontrar información de sobra y todo el que me conoce sabe perfectamente cuál es mi opinión al respecto de la saturación y generación de expectativas.

Social Fresh ha publicado la segunda edición de su informe The Community Manager Report 2012

Como primer adelanto de los contenidos disponemos de la siguiente infografía. La mujer domina la profesión (65% vs 35% correspondiente a hombres); porcentaje de trabajo para agencia o empresa (33% frente a un superior 67%); tiempo dedicado al trabajo (un 63% dedica 30 horas a la semana); sueldos medios, etc. Evidentemente nadie espere que sean datos correspondientes a España. Aunque solamente mirando los sueldos es sencillo llegar a esa conclusión…

Hay algunos datos generales en el informe que pueden ayudarnos a ver las características de este puesto de trabajo. Por ejemplo, la edad media. Como se aprecia en la gráfica inferior, el 39% se encuentra en la franja de 25 a 30 años y el 27% entre 31 y 40.

Últimamente se habla en la red mucho sobre las redes sociales y su capacidad de venta de productos o servicios. En esta línea cabría preguntarnos, cuántos community managers trabajan en empresas orientadas directamente a cliente final:

La respuesta es suficientemente contundente. El 75% de estos profesionales ejecuta su labor en empresas B2C. Pero podemos profundizar aún más y ver en qué sectores empresariales abundan más estos puestos. Veamos solamente los 15 primeros:

Tecnología, marketing y comunicación y Retail ocupan los tres primeros. Cabe destacar la presencia de instituciones públicas en el puesto 14º.

Pero ¿qué herramientas de social media consideran los community managers más efectivas?

Pues sí, Facebook se lleva el gato al agua con el 55%, seguidos por Twitter con un 24% y los vetustos foros aguantan con el 10% seguidos por los blogs con el 7%.

Para terminar, planteamos una pregunta: ¿Cómo miden el éxito de su trabajo?

La respuesta mayoritaria es el «engagement» con un 50%; el crecimiento de la comunidad con el 37%, la generación de leads un 6% y las ventas un 7%.

Como siempre, aquí dejo el informe completo para el que quiera dedicarle tiempo, no sin antes apuntar un detalle que me ha llamado mucho la atención: Si bien las mujeres dominan ampliamente el sector (65% frente al 35%) son la minoría masculina los que ganan de media unos 4.000 dólares más al año…

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¿Cómo y quién ha usado las redes sociales en el año 2011?

Comienza el 2012 y el tiempo de hacer algunas reflexiones. El estudio «Global digital commication: Texting, Social Networking Popular Worldwide» realizado por Pew Research Center nos sirve de buen ejemplo para analizar el uso de las redes sociales durante el pasado año.

En el estudio se aprecia que se supera el 25% de uso de herramientas de social media en 15 de los 21 países presentes. Vemos que Israel y EEUU rondan cifras del 50%. Nuestra España la encontramos en un cuarto lugar del listado con el 42%. Cabe destacar que solamente hay tres países, Alemania, Francia y Japón, donde los usuarios de Internet que no usan redes sociales supera a los que sí lo hacen. Los autores del estudio destacan que no ha habido variaciones sustanciales en los datos comparándolos con los del 2010, a excepción de dos países, Egipto y Rusia, donde el incremento ha sido del 10% ambos casos.

Hablemos ahora de la riqueza de los países y su influencia. El porcentaje de adultos que usan redes sociales está determinada en parte por la prevalencia del uso de Internet, que está relacionado con la riqueza de un país. En el siguiente gráfico, interesante por cierto, se muestra la relación positiva entre el PIB per cápita en el país y el nivel de utilización de las redes sociales.

Pero ¿qué ocurre si analizamos estos datos por edades? En 13 de 21 países, las mayoría de usuarios de redes sociales la encontramos en el tramo de menores de 30 años. El único país en el que incluso una cuarta parte de los mayores de 50 años se involucra es EE.UU con un 26%. Si echamos un vistazo a la diferencia entre unos segmentos y otros, encontramos 50 puntos porcentuales en 11 de los países encuestados. En España hablamos de -62 (como vemos en la gráfica inferior) pero en el tramo de 18 a 29 años alcanzamos un 81%, solamente superado por los datos de Lituania pero incluso superando la penetración del segmento en los EEUU o Gran Bretaña.


¿Qué relación existe entre el nivel de estudios y el uso de redes sociales?

Las mayores diferencias entre los graduados universitarios y los que no lo son se encuentran en Egipto (71) y en China (51). La brecha de la educación es algo menos pronunciada en la Europa occidental y EE.UU., siendo especialmente bajo en Alemania (4) y Gran Bretaña (2). En España estaríamos hablando de un 14.

Aquí dejo el enlace al estudio completo. Es interesante ver también los datos que ofrece sobre telefonía móvil. Sin embargo no deja de llamarme la atención la ausencia de algunos países que considero relevantes, por ejemplo Brasil (y algunos otros países latinoamericanos) o los países escandinavos.

¿Qué opinan las empresas españolas de distribución sobre las redes sociales?

Leyendo el Observador Cetelem 2011 (Análisis del consumo en España) me han llamado la atención algunas preguntas destinadas a los 264 distribuidores encuestados en esta edición del estudio con respecto a las redes sociales. Siendo empresas enfocadas a la venta directa a consumidor final resulta interesante analizar sus respuestas:

Se pregunta a los distribuidores… ¿Cuál es en su opinión, el impacto de las redes sociales en su negocio?

Las respuestas positivas hablan de un nuevo canal publicitario o de venta, etc. Podemos decir que son respuestas que ya hemos visto en otros muchos estudios en este mismo blog. Pero lo que me llama la atención es el nada despreciable 8% que afirma «Es una inversión que no aporta ningún beneficio». Siendo empresas mayoritariamente dedicadas al B2C y siendo España uno de los países de más alta penetración de uso individual de redes sociales, no deja de ser contradictorio ese pensamiento; sobre todo si añadimos el 2% que confiesa: «En nuestro negocio no encaja». Porque el 2% que afirma no disponer de página en medios sociales me parece normal e incluso bajo para los datos de penetración de uso de social media en la empresa española en general.

Para meter más el dedo en la herida, podemos ver unos datos sobre las perspectivas de iniciar venta online en el sector: Dado el crecimiento de las ventas minoristas online en el pasado 2010, y las perspectivas de crecimiento para el presente año, ¿Tiene pensado vender productos online?.

Solamente el 25% de las 264 empresas consultadas usan la Red como canal de venta. Un 55% solamente entiende la web como mero escaparate y otro 20% no piensa en utilizar Internet. Las cifras son bastante elocuentes.

Pero profundicemos un poco más en el tema de las redes sociales viendo las respuestas a la siguiente pregunta: Acciones como crear su propia página en las redes sociales (ejemplo Facebook). ¿Cuales serían las ventajas que le aportaría a su negocio?

Se ha puesto el ejemplo de Facebook y ya un 25% (se repite el porcentaje de uso de ecommerce) afirma disponer de fan page (66 de las 264 empresas encuentadas). Por lo demás, curiosamente, muestran bastante conocimiento sobre los distintos objetivos que pueden conseguir: acciones de marketing y promoción, nuevo canal de comunicación y, sobre todo, un 41% afirma que: «Es positivo para conocer las demandas / necesidades», es decir, para escuchar al cliente y adaptar mejor la oferta a sus necesidades. Solamente encontramos un 9% que no parece satisfecho: «El hecho de que me quite bastante tiempo y esfuerzo no me resulta».

Conclusión: Nada nuevo bajo el sol y bastante despiste a la hora de lanzarse al mundo del social media aunque el movimiento ha comenzado. Pocas diferencias con datos de otros sectores empresariales aunque en este caso las posibles ventajas para obtener contacto directo con el comprador sean más obvias.

Para el que quiere dedicar tiempo a estudiar datos sobre el estado del consumo en España, aquí dejo el enlace al estudio: Observador Cetelem 2011 (Análisis del consumo en España)

Más información: El Observatorio Cetelem

Twitter, las marcas y sus seguidores

Últimamente se toca en este blog mucho el tema del seguimiento de las marcas en redes sociales. Así que sigo con la tendencia y le toca el turno a la red de microblogging por excelencia, Twitter. La primera pregunta que nos podemos plantear es si verdaderamente los usuarios siguen a las marcas. Bien, según es estudio llevado a cabo en el «2011 Chadwick Martin Bailey Consumer Pulse» (como siempre recuerdo que son datos referentes a EEUU) se nos presenta el siguiente panorama:

Un 75% de los usuarios de Twitter en EEUU no siguen a ninguna marca. Un 21% lo hace, y de ese porcentaje un 36% sigue a una o dos, el 28% a tres o cuatro marcas, el 16% entre cinco y nuevo y, finalmente, un 21% a diez o más. Si profundizamos en los datos del estudio es la gente menor de 35 años la más inclinada a seguir marcas, exactamente en un 26%; entre 35 y 49 años en un 17% y más adelante se rebaja hasta el 13%. Para consuelo de las empresas el 75% de aquellos que siguen a una marca en Twitter nunca hacen un «unfollow»…

Pero ¿Por qué se sigue a una marca?

Podemos consultar varias fuentes como respuesta. En el estudio the ExactTarget «The Social Break Up» afirman que hay tres razones fundamentales:

1.- La brevedad de las interacciones en Twitter facilita una comunicación concisa y rápida

2.- Twitter genera accesibilidad a las marcas y las personas

3.- Se permite una relación en tiempo real con las marcas y sus respuestas

Por otra parte, en el estudio de Chadwick Martin Bailey aportan razones más concretas:

Se sigue a una marca por ser cliente en un 64%, por ser el primero en obtener información en un 61%, por descuentos y promociones en un 48%, por disponer de contenidos exclusivos en un 36% y como fuente de información para compartir con terceros en un 28%. Pero, estos seguidores ¿Qué hacen con la información recibida? Los datos dicen que un 84% de ellos leen los tweets que se emiten y un 23% tuitea sobre la marca en sus propias cuentas. Para amantes de las curiosidades: Los hombres tienen más tendencia a seguir marcas en Twitter. 55% frente al 45% de las mujeres.

¿Y cuáles son los motivos para dejar de seguir a las marcas en Twitter?

ExactTarget en su estudio nos aporta los siguientos datos:

En primer lugar, y repitiendo los motivos por los que se abandona una marca en Facebook, está el aburrimiento en un 52%, exceso de carga publicitaria en los contenidos un 41%, excesiva frecuencia de emisión de tweets, saturación, en un 39%. Conclusiónes: Postear razonablemente sin saturar alternando acciones promocionales sin excedernos y siempre procurando aportar valor añadido que evite en lo posible el aburrimiento de nuestro seguidor. Ahí queda eso, para que luego digan que esto del social media es sencillo… ¡Ah! Y no olvidemos responder las preguntas que se nos planteen, sobre eso se puede profundizar en el artículo de este mismo blog: ¿Escuchan realmente las empresas a sus seguidores en los social media?

Para acabar dejo aquí la documentación para el que quiera dedicarle tiempo a las cifras:

10 Quick Facts You Should Know About Consumer Behavior on Twitter

The Social Break Up

¿Por qué una marca puede perder seguidores en Facebook?

En varias ocasiones se ha abordado este tema en el blog desde distintos puntos de vista. Recuerdo varios artículos: ¿Por el interés te quiero Andrés en social media? donde se hablaba de los motivos que impulsan a alguien a seguir una marca en medios sociales en Internet; o Perfil del español que sigue a una marca en redes sociales en donde se analizaban las características del usuario nacional que sigue marcas en estos medios. En esta ocasión nos centraremos en el estudio que ExactTarget ha publicado sobre los motivos que llevan a una persona a dejar de lado una marca. Titulado “The Social Break-up”, ofrece respuestas teniendo en cuenta distintos canales (como es habitual en estos estudios se habla del público de los EEUU).

Comencemos con los reyes de esto del social media, Facebook.  En la imagen de la izquierda podemos ver algunos datos interesantes sobre el uso de esta red social. Pero ¿Por qué se sigue a una marca?

Como forma de expresión personal: Nos identificamos públicamente con la marca
Socialización: Es una oportunidad de conectar con consumidores con los mismos intereses
Relacionarse con la marca: Posibilidad de aprender sobre esa marca y sus productos e interactuar con ella
Ofertas y promociones: Se conocen mejor los productos, se está al día de ofertas y se puede sacar provecho de promociones exclusivas.

Aunque muchas veces se ha comentado que las promociones, ofertas y demás acciones publicitarias puras y duras son efectivas, paradójicamente también ese abuso es una de las principales razones que llevan al usuario al cansancio por una marca. Después de hacerse seguidor, un 51% de los usuarios esperan que la marca les impacte con mensajes comerciales; otro 40% espera contenidos diferentes a los puramente marketinianos y, el resto, no sabe decir qué espera exactamente de esa marca en Facebook.

Pero vamos al grano ¿Por qué abandona una persona a una marca en Facebook?

En el gráfico superior se detallan los resultados del estudio. A un 44% de los seguidores les cansamos bombardeando con exceso de contenidos. Un 43% afirma que su muro está repleto de mensajes publicitarios. Otro 38% considera que los contenidos se repiten y aburren. Un 26% simplemente quería aprovechar una oferta puntual y con un 24% encontramos dos razones ciertamente antagónicas: Por una parte dicen que no encuentran suficientes oportunidades y también lo contrario, la marca es demasiado promocional. Y siguen otras razones que hacen de todo esto un laberinto…

Como conclusión inmediata: Nunca llueve a gusto de todos. Por lo tanto no existen reglas fijas que puedan garantizar un resultado positivo en todos los casos. Es fundamental saber qué somos y qué queremos e ir probando, escuchar a nuestros seguidores como principal prioridad, e irnos adaptando según nuestra comunidad nos indique lo que realmente espera de nosotros. En redes sociales no podemos emitir mensajes unidireccionales y ya está. Si queremos tener presencia activa en medios como estos tenemos que tener claro que nuestro público potencial nos tratará de igual a igual. O aceptamos las reglas del juego o no obtendremos nada positivo.

El estudio habla de muchísimas cosas más, así que recomiendo dedicarle un buen rato de lectura: The Social Break-Up.

¿Escuchan realmente las empresas a sus seguidores en los social media?

El mundo de la comunicación corporativa lleva sufriendo una «dospuntoceritis» grave desde hace algunos años en España y ya parece que si nuestra empresa no tiene acciones concretas en eso que llamamos social media, o medios sociales en Internet, somos unos auténticos «trogloditas». Ya no recuerdo el número de veces que públicamente he comentado la importancia de reflexionar y hacer las cosas con el conocimiento, los medios humanos y técnicos y la reflexión estratégica suficientes. Sí, aquello de no es lo mismo estar en redes sociales que tomar parte activa, participar del fenómeno sin miedos «corporativos» e intentar aprovechar al máximo la oportunidad de conversar con la gente de forma humana y directa. Dicho así suena a frase para una conferencia de esas que se centuplican aquí y allá y donde siempre escuchamos las mismas cosas. Otra muy distinta es ponerse manos a la obra…

La empresa Socialbakers (que por cierto ofrece todo tipo de estadísticas que merece la pena ver) ha publicado un estudio sobre las respuestas que las marcas dan a sus seguidores cuando estos postean en los muros de sus páginas corporativas en Facebook.

El resultado que podemos observar en el gráfico a nuestra izquierda no es muy alentador… El 95% de los comentarios quedan sin respuesta y el usuario que se ha tomado la molestia de manifestar una opinión se queda con dos palmos de narices.

Según el estudio, los alumnos más aventajados son las empresas de telecomunicaciones y las líneas aéreas que llegan a porcentajes de respuesta del 26 y 28 por ciento, respectivamente. Muy lejos de las cifras recomendables del 65/75%.

Como siempre los datos no se refieren directamente a empresas o marcas españolas, pero ver tendencias puede siempre ser de utilidad. Para el que quiera dedicar un rato a la lectura le dejo aquí dos enlaces interesantes: Companies respond to just 5% of questions on Facebook y UK retailers are unresponsive on social media: report

Cambiemos un poco de tema sin perder el enfoque del artículo. ¿Y si en vez de comentarios de usuarios hablamos de quejas o reclamaciones de nuestras clientes? Una encuesta realizada por Maritz y Evolve24, en el que participaron 1.298 personas que habían realizado alguna queja a una empresa a través de la red de microblogging, nos ofrecen algunos datos sobre el comportamiento de las empresas en su atención al cliente en Twitter.

En primer lugar veamos cuáles son las expentativas de los seguidores de una empresa cuando realizan un tweet. Es interesante mencionar cómo, de 18 a 24 años, solamente un 38,4% esperan recibir respuesta y como ese porcentaje va subiendo al mismo tiempo que la edad media del usuario hasta alcanzar un 64,9% en la franja de mayores de 55 años.

¿Qué oportunidad pierden las empresas si no responden a las personas cuando paradógicamente han tomado la iniciativa de tener una presencia corporativa en los social media? El mismo estudio nos ofrece respuesta a esta pregunta analizando el estado de ánimo y la satisfacción del usuario al recibir una respuesta por parte de la empresa.

Los resultados de las dos tablas superiores son suficientemente claros para entender que perdemos una clara oportunidad de aumentar el grado de participación y compromiso ? Y no son esos, al fin y al cabo, los objetivos de nuestra presencia como empresa en estos medios?

¿Y cuál es la situación real de las respuestas a las reclamaciones de los usuarios de Twitter? Pues, al igual que en el caso anterior cuando hablamos de Facebook, nada alentadora. Solamente un 29% de aquellos que han planteado una queja o reclamación han obtenido respuesta. O dicho de otra manera, un 71% de las empresas relacionadas con este estudio dan la callada por respuesta. El estudio es bastante más profundo (y se refiere al ámbito de los EEUU), así que aquí dejo el resumen ejecutivo para los que quieran dedicarle algo más de tiempo.

Por cierto… ¿Verdaderamente los usuarios usan Twitter como herramienta para plantear sus quejas online a las empresas? ¿Cuáles son los motivos que impiden a las empresas usar Twitter como medio de atención al cliente? Bien, de esos temas hablaremos en otro post de este blog…

Los medios sociales o el poder del individuo

Muchas veces hablo a mis alumnos de casos de comunicación de crisis que afectan a distintos tipos de empresas en Internet y de cómo éstas deben enfrentarse a un nuevo entorno como son los medios sociales. Todos miran atentamente pero todavía, en sus ojos, leo cierto escepticismo «»¿Qué nos está diciendo el iluminado este?». Afortunadamente la realidad nos acaba de ofrecer un buen ejemplo de cómo la opinión de un usuario de Twitter, Xavier Calvo, ha creado todo un movimiento de respuesta ante una acción concreta de una empresa. Pero ojo, no hablamos de una celebritie ni de ninguno de esos tuiteros con cientos de miles de seguidores; un hombre simplemente comparte su sincera opinión:

Incluye en su tweet una imagen de un paquete de Donettes en el que se puede ver un claim publicitario: «A pedir al metro». La frase en cuestión forma parte de una campaña de la marca: «No me toques los Donettes» puesta en marcha en 2009. En esa campaña que pretende jugar con el hecho del buen sabor del producto y haciendo ver que todos nos querran pedir que los compartamos, ironiza con ello y aporta otras frases del estilo:»Ojos que no ven, Donettes que desaparecen», «No metas mano a mis Donettes», «Pedir puede dañar seriamente nuestra amistad», «No me metas mano» o «¿Qué te quitas si te doy Donettes?».

Este primer tweet se viraliza en Twitter y se crea un hastag al respecto #boicotDonettes que rápidamente se transforma en trending topic en Valencia y en uno de los temas más comentados en nuestro país dentro de la red de microblogging.

Hemos presenciado otros casos en los que la empresa no reacciona adecuadamente o minusvalora el potencial del medio. En esta ocasión Donettes responde rápidamente e intenta justificar su postura iniciando una conversación. La conversación evidentemente sigue.

Lo bueno del caso, desde el punto de vista de gestión de crisis es que los responsables de la marca son conscientes de la oportunidad y utilizan el mismo Twitter para ir narrando sus movimientos en tiempo real y terminan anunciando su decisión de retirar los envases en los que se pudiera leer el polémico slogan. Por lo tanto no solamente estamos hablando de una situación en la que se demuestra el poder de una herramienta como Twitter sino también cómo una empresa puede utilizar adecuadamente el medio para solventar, con conocimiento, una situación y darle la vuelta.

Pero todavía podemos seguir viendo aspectos positivos y pedagógicos de este asunto. La reacción de la empresa es satisfactoria y la persona que inicia la crisis online con su comentario termina siendo prescriptor de la marca gracias a esa reacción positiva que percibe

Si analizamos a fondo el problema llama la atención que, a pesar del resultado, no fue un movimiento tremendamente mayoritario en lo referente al número de usuarios involucrados. Este punto hace ver aún mejor la gestión de la marca interviniendo a tiempo antes de que la situación pudiera irse de las manos. En fin, se puede leer en medios de comunicación tradicionales la historia y aquí queda como ejemplo de cómo la opinión de un consumidor adecuadamente escuchada en medios sociales por una empresa con una política de comunicación 2.0 correcta puede transformar una crisis en un hecho de mejora reputacional.

¿Controlan las empresas el uso de redes sociales de sus empleados?

Siempre se ha creado polémica alrededor del uso, por parte de los empleados, de recursos de la empresa como el teléfono o el correo electrónico para fines privados. Evidentemente las redes sociales no escapan de esta eterna discusión y a ello se enfrentan los responsables de comunicación interna: ¿Es adecuado permitir a nuestros empleados el acceso a estas herramientas desde su puesto de trabajo?

La firma de abogados Proskauer ha publicado un estudio, «Social Networks in the Workplace around the World» que nos ilustra sobre cómo se enfrentan a este dilema las empresas. Para ello han encuestado más de 120 empresas alrededor del mundo (es curioso pararse a leer los diferentes marcos legales vigentes en los distintos países). Por ejemplo en España: «Las empresas están autorizadas a controlar el tiempo dedicado por los empleados en redes sociales mientras que están en el trabajo (siempre que hayan sido previamente informados de que dicha supervisión se llevará a cabo.»

Pero vayamos con los datos del estudio:

1.- ¿Se permite a todos los empleados en acceso a redes sociales en el trabajo para fines privados?

La respuesta mayoritaria, un 48,3%, es que está permitido de forma general mientras que un 26,7% solamente permite el acceso a algunos empleados. Finalmente un exacto 25% restringe absolutamente el acceso a herramientas de social media.

2.- ¿Monitoriza el uso de social media a sus empleados en el trabajo?

Un mayoritario 72,6% no realiza ningún tipo de monitorización.

3.- ¿Tiene su empresa algún tipo de política sobre el uso de social media en el trabajo?

En este caso solamente un 55,1% de las empresas encuestadas afirman haber elaborado una política concreta sobre el uso de redes sociales en el trabajo. ¿Pero cubren esas políticas el uso que los empleados hagan de redes sociales fuera del trabajo?

Un 16,5% de las empresas con políticas sobre el uso de social media por parte de sus empleados solamente lo normalizan a nivel interno; un 44% lo regulan tanto interna como externamente.

4.- ¿Es una ventaja o una desventaja permitir el uso de redes sociales a los empleados en el trabajo?

Solamente un 10,3% opina que es siempre una desventaja. Sin embargo un 55,2% cree que sólo puede ser una ventaja si se usan con fines profesionales mientras que el 31% lo considera siempre una ventaja.

Los resultados son diversos y no vemos que exista una política clara y definida. Curiosamente se hace una pregunta muy concreta ¿Se han tomado medidas disciplinarias contra empleados por su uso de social media en el trabajo? Un 68,7% no lo ha hecho mientras que el 31,3% afirma haber tomado ese tipo de acciones.

Después de ver estos datos ¿Es adecuado permitir el libre acceso a redes sociales a todos los trabajadores de una empresa? ¿Opiniones?

Aquí dejo el resumen del estudio: Social Networks in the Workplace around the World