Uso del crowdsourcing y los social media en responsabilidad social corporativa

¿Cómo se usan los social media y el crowdsourcing en relación con nuestras acciones de responsabilidad social corporativa? Para intentar aportar algunos datos en respuesta a esa pregunta vamos a echar un vistazo al estudio «Crowdsouncing & Social Media in CSR» de la consultora Weber Shandwick. El estudio analiza las respuestas de ejecutivos de empresas pertenecientes al Forbes Global 2000.

El primer paso es saber en qué porcentajes se usan las técnicas de crowdsouncing y si se consideran beneficiosas para las empresas. El 55% afirma haber usado estos sistemas y, de ellos, un amplio 95% lo considera valioso.

¿Cuáles son esos valores que aporta el uso del crowdsourcing? Un 36% considera que se muestran nuevas perspectivas y diversidad de opiniones, un 25% que es la forma de construir relaciones y compromiso con las audiencias y un 22% que incita a los clientes a ser participativos de maneras no tradicionales.

Ahora le toca el turno a los medios sociales. ¿Usan las empresas los social media en sus acciones de responsabilidad social corporativa? Un 73% responde afirmativamente aunque solamente un 13% los utiliza de forma intensiva.

El estudio profundiza en las herramientas más utilizadas en este campo. Entre las redes sociales es Facebook la más usada, con un 60%, los blogs (60%),  LinkedIn (58%), Twitter (46%) y Foursquare con un 44%.

¿Cuáles son los valores que aporta el uso del social media en los planes de RSC? El 38% opina que se crean oportunidades para las empresas de llegar a un público amplio y diverso y el 29% que permite conectar directamente con los clientes de forma eficiente y económica.

El estudio ofrece algunos datos más que merece la pena ver, por ejemplo el impacto en medios de comunicación del uso del social media en las acciones de RSC. Así que el que quiera saber más aquí tiene el resumen del estudio.

¿Qué opinan las empresas y directivos de la RSC?

Siempre estamos a vueltas con la RSC y si las empresas verdaderamente valoran esa actividad o sencillamente utilizan esas acciones como método de promoción o notoriedad a través de sus departamentos de comunicación. Realmente la RSC debe implicar una nueva forma de entender la empresa y el propio management ¿Es así?

La Fundación Adecco acaba de publicar un estudio que quiere dar respuesta a alguna de estas preguntas: El «1er Estudio de Directivos y RC». Al inicio del estudio podemos leer:

«Desde que comenzó la crisis económica, se han postulado dos teorías diferenciadas en torno a la Responsabilidad Corporativa. La primera, cada vez más extinguida, defiende que la RC es hija de la bonanza económica y que sólo está al alcance de las cuentas de resultados más saneadas, con lo que podría llegar a su fin o recortarse significativamente en tiempos de crisis. La segunda, mucho más extendida y aceptada, es que la RC es precisamente la mejor respuesta en tiempos difíciles y el único camino para que una empresa sea sostenible y perdure en el tiempo. Al fin y al cabo, el desplome económico se produjo, entre otras cuestiones, por la búsqueda del beneficio exagerado a corto plazo y la irresponsabilidad de algunos decisores».

El estudio se ha llevado a cabo sobre una encuesta a 120 altos mandos de compañías de todos los sectores, obteniendo la conclusión de que la gran mayoría (88,3%) se decanta por la segunda teoría y cree que la RC es un elemento esencial en la empresa del siglo XXI, pero sin embargo, un 31,3% reconoce que en su empresa no se presta la atención suficiente a las acciones de Responsabilidad Corporativa.

Los directivos distinguen perfectamente lo que son acciones de responsabilidad social corporativa de otro tipos de acciones sociales, filantrópicas, etc, de manera que la falta de desarrollo en sus empresas de este tipo de actividades es debida a una serie de obstáculos o frenos. ¿Cuáles son esos frenos?

Los principales, están relacionados con la falta de recursos económicos (90%) y la insuficiente implicación del Comité de dirección (80%), que inmerso en la vorágine diaria y en la resolución de problemas urgentes, ve muy difícil dedicar el tiempo necesario a estructurar la RC. Por detrás, destacan otros obstáculos como la escasa comunicación interna/dificultad para coordinar recursos (70%), y el desconocimiento (opción elegida por el 60% de los encuestados).

Especialmente interesante es saber la respuesta que se ofrece a esta pregunta: ¿Por qué una empresa debe ser responsable?

Aunque para la mayoría (65,3%) es una cuestión de principios y de ética, un 22,2% defiende que su principal función es generar reputación externa y publicidad. Para un 12,5%, la RC es un elemento diferenciador que aporta un valor con respecto a los competidores directos.

Para terminar dejamos dos preguntas y sus respuestas: ¿Estamos hablando de una cortina de humo? ¿Se pierde el foco de la empresa con estas acciones?

El 12,5% está completamente de acuerdo, o de acuerdo, con la afirmación de que “la RC es un cortina de humo para desviar la atención de otros problemas más relevantes”. En la misma línea, un 9,7% defiende la opinión de que “es una pérdida de dinero, tiempo y foco en lo verdaderamente importante”.

El estudio plantea y responde algunas cuestiones más, así que aquí queda un resumen para el que tenga más curiosidad.

Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO). Resultados 2010

En el 10º aniversario de merco se han desvelado resultados que modifican ligeramente el panorama reputacional de las empresas españolas. Telefónica ocupa por primera vez la 1ª posición como la compañía con mejor reputación de nuestro país, desvancando a las dos empresas que han ocupado ese puesto en los últimos 9 años: El Corte Inglés (que cae hasta la 8ª posición) e Inditex (que se queda en la 3ª). Iberdrola (5ª), Google (11ª), Acciona (12ª), Ikea (13ª) y Ferrovial (19ª) son las empresas que más posiciones ascienden de entre las 20 primeras.

También en el apartado de líderes hay cambios importantes: Emilio Botín desplaza a Amancio Ortega en el ranking de líderes más reputados, mientras que la presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, logra la primera posición como mujer más valorada entre los directivos.

Para celebrar su 10º cumpleaños, merco ha incorporado en esta edición novedades importantes. Así, un Consejo Asesor formado por los representantes de nueve asociaciones empresariales aportará sus ideas a la metodología, KPMG ha realizado un informe de revisión independiente ISAE 3000 y un grupo de periodistas económicos han valorado a las compañías en función de su transparencia informativa y su accesibilidad.

Más información: MERCO

Ver resumen de MERCO 2010

RSC versus Precio

Cuando el fin de mes parece que no llega nunca y la cuenta corriente está anoréxica suelen salir a relucir conclusiones como las del estudio que vamos a referir en este post.

«Según un estudio, solo uno de cada diez consumidores tiene en cuenta si la empresa cuyos productos compra tiene algún tipo de compromiso social o medio ambiental. Es el resultado de una encuesta realizada entre 1.000 consumidores en Alemania.

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es bienvenida por los consumidores pero, en comparación con el precio, su efecto sobre las decisiones de compra es mucho menor. Para cuatro de cada cinco consumidores, el punto de vista del monedero es el factor decisivo.

Sin embargo, resulta llamativa la atención que reciben los titulares negativos. Si una empresa protagoniza un escándalo, la mitad de los consumidores evitan comprar sus productos. Además, las empresas tienen que asegurarse de que las actividades que emprenden en el área de la responsabilidad social sean creíbles y adecuadas a la naturaleza y área de actividad de la empresa. El 11% de los encuestados considera ‘dudosas’ las actividades de RSC de las empresas y acusan a las empresas de tratar de quedar bien con sus actividades benéficas.

Los resultados provienen de un estudio de panel online realizado por Toluna QuickSurveys y la consultoría Faktenkontor

No cabe duda que se trata de un estudio que arroja conclusiones algo confusas. Por una parte, en momentos de crisis es lógico que sea el precio el que prime en una decisión de compra. Si no que se lo digan a nuestros famosos amigos de Mercadona, por ejemplo.

Pero hay otros resultados que no dejan de ser un tanto sorprendentes y hacen pensar sobre el verdadero concepto que de la RSC tienen los propios consumidores. Señor empresario, haga usted RSC, pero cuidado, que a mi me parezca apropiado, sin embargo, como ando escaso de dinero, no le hago a usted caso y compro una marca X que me ahorro unos euros.

Puede parecer sorprendente, pero al fin y al cabo, el ser humano reacciona generalmente de esa manera. Si no le gusta la comida de un restaurante lo pregona mucho más que si ha salido satisfecho. Si suspendes a  un alumno es que eres un cabronazo, y si le pones buena nota es que él es un fuera de serie.

¿Conclusión? La que ya he comentado muchas veces, la RSC no debe entenderse como una herramienta generadora de imagen, sino como una forma integral de hacer empresa. Es como hacer favores, hay quienes los hacen para que se sientan en deuda con él y otros que los hacen por el placer de ayudar a alguien.

Otra cosa muy diferente es que si practicamos acciones de RSC no gestionemos esas acciones para mejorar nuestra imagen. Pero no es lo mismo, aunque reconozco que hoy en día la frontera es imperceptible en la mayoría de los casos.

Transparencia y credibilidad, ese es el mejor consejo que se puede dar en estos casos y en culquier otro cuando hablamos de comunicación. Y este estudio alemán nos hace pensar que , o quizá no sabemos hacer bien esa gestión y parece que hacemos favores para que nos los devuelvan o, quizá también, muchas empresas siguen sin entender realmente la RSC.

Fuente: MarketingDirecto.com

Volvemos a la carga con la RSC

Hemos hablamo mucho últimamente sobre RSC. Bueno, en realidad sobre cómo enfocar la RSC desde la comunicación: ¿RSC entendido como elemento estratégico real o como herramienta de comunicación y mejora de nuestra reputación?

Estudio de Comunicación y Servimedia acaban de publicar un informe: ‘Cómo valoran la RSC y el periodismo social los medios y los periodistas españoles’.

Leemos en los medios: El 85% de los periodistas considera que en el medio dónde trabajan no se respeta adecuadamente la RSC en sus noticias. De este 85% que ve imprescindible que los medios informen sobre las RSC, el 68% reconoce que la cobertura que los medios prestan a la RSC «no es la adecuada». Además, el 63,2% de los periodistas entrevistados considera que las empresas deben acometer acciones de RSC aunque no las comuniquen, ya que consideran que su fin último no debe ser la comunicación. (Fuente: PRNoticias)

En este estudio podemos obtener información interesante que nos hace ver la opinión de los periodistas que son, al fin y al cabo, los agentes transmisores de la información que deseamos transmitir a nuestros públicos. En el estudio se plantea la siguiente pregunta: ¿Está de acuerdo con la expresión “si no se puede comunicar no merece la pena acometer acciones de RSC”?

rscEn este gráfico de la izquierda podemos observar los porcentajes de respuesta. Mayoritariamente los periodistas responden que no están de acuerdo con la afirmación. Pero podemos desglosar cada respuesta y vemos en el estudio esa división y las explicaciones de cada grupo de opinión:

rsc2

 

 

 

Los resultados son curiosos ya que las opiniones representan ciertamente el debate que la RSC todavía plantea en muchos círculos. Cuando, por ejemplo, pregunto a mis alumnos en clase sobre este tema, la respuesta generalizada va encaminada a coincidir con el 18,8% que afirma que «lo que no se cuenta no beneficia a la imagen».

Evidentemente la RSC se percibe como una herramienta reputacional y, en esa línea, comentamos en Dircom que debe ser gestionada por el departamento de comunicación. Ya publicamos en este blog el debate surgido en la presentación del anuario de comunicación sobre este mismo tema. La realidad, hoy en día, parece incontestable.

Aconsejo echar un buen vistazo al estudio ya que sigue profundizando y aporta ideas interesantes sobre cómo se da cobertura informativa a la RSC, valoraciones de colectivos, credibilidad de las fuentes, etc.

Informe completo

Qué miedo me da leer cosas como estas (2)

Cuando pregunto a mis alumnos qué es lo que saben de la RSC, la inmensa mayoría solamente me habla de acciones sociales o fundaciones. Bueno… no está del todo mal, pero la RSC no es solamente  «dar de comer a los pobres». Esa visión de la RSC es admisible en gente joven que está aprendiendo, pero verlo escrito en un periódico como el New York Times me pone los pelos de punta por muchos motivos:

1.- ¿Alguien les ha explicado a estos señores que NO es lo mismo ganar dinero que obtener beneficio?

2.- ¿Alguien les ha explicado a estos señores el concepto de sostenibilidad?

3.- ¿Alguien les ha explicado a estos señores lo que realmente significa un plan de RSC integral en una empresa?

Efectivamente nombran otro tipo de acciones más allá de la caridad, pero lo hacen de forma secundaria. Aunque lo peor de todo es el tono condescendiente que destila el artículo.

Efectivamente tienen razón en algo elemental: Si una empresa va mal surge el instinto de supervivencia y todo lo demás pasa a un segundo término. Correcto. Pero la RSC no es una herramienta de caridad, debe ser una forma de entender la empresa integrada en la esencia misma de la propia empresa. No es algo que decidimos hacer, es algo que debemos entender que tenemos que hacer siempre en la medida de las posibilidades.

¿Van a entender las víctimas de un ERE que su empresa done dinero a acciones sociales mientras a ellos les ponen de patitas en la calle? Seguro que no, pero sí entenderán que su empresa tenga un plan de integración, un plan de conciliación laboral o que a los hombres y mujeres se les page lo mismo por tener la misma responsabilidad profesional. Eso también es RSC.

La RSC debe ser una manera de cambiar la forma de hacer empresa desde abajo; como la educación puede cambiar la sociedad también de abajo hacia arriba inculcando a los más jóvenes nuevos conceptos e ideas.

A estos señores, Jack y Suzy Welch, les diría que poseen un concepto incorrecto de la RSC, incorrecto y peligroso ya que parecen entender que esto de la RSC es algo que hay que hacer de cara a la galería «qué buenos son los padres franciscanos, que buenos son que nos llevan de excursión». Deben ser de los que piensan que organizar una fundación es interesante solamente porque desgraba impuestos.

Seamos realistas, que la RSC sea clave de cara a la obtención de reputación y que mejore la imágen corporativa frente a nuestros públicos es la zanahoria que se pone delante del burro para que camine, de la misma manera que las ayudas fiscales, pero debemos entender que el modelo de empresa heredado del siglo XX no es un modelo sostenible en el tiempo. No quiero parecer un adalid defensor del cambio climático, etc, pero si considero que los hechos nos están demostrando que hemos llegado a los últimos momentos de vida de un ciclo y que debemos hacer un esfuerzo conceptual importante para empezar a entender la empresa, la economía y las finanzas de otra manera, una manera que desde luego no puede basarse en seguir anteponiendo las «ganancias» a cualquier coste frente a la calidad, la prevención, la legalidad, la justicia social, la sostenibilidad, el medio ambiente, etc.

Vivimos una época de transición en la que mucha gente sigue pensando así:

«Mire, cuando el galón de gasolina cuesta cuatro dólares, el automóvil híbrido Toyota Prius es una propuesta de valor atractiva. Cuando la gasolina cuesta dos dólares por galón, ése ya no es el caso. Cuando la mayoría de los consumidores tiene buenos trabajos y se siente segura con ellos, tiene sentido esperar que paguen más por un producto que protege el medio ambiente. Cuando las cuentas bancarias se han secado, el producto más caro se convierte en algo difícil de vender.»

Hoy por hoy lo sostenible se entiende como un bien de lujo, la fruta criada de forma natural, los detergentes biodegradables, etc. ¿Por qué? Porque la sociedad lo entiende como una moda, una forma de dar una imagen «moderna» o, como dirían en Estados Unidos, «cool». Este paso debe seguirse por otros que hagan avanzar y variar las ideas. Y el pilar fundamental para ese cambio debe ser la educación. Desde luego, no creo que este artículo tan estrecho de miras aporte mucho en este sentido.

Qué miedo me da leer cosas como estas (1)

Como el artículo de Jack y Suzy Welch en el The New York Times es muy largo, primero lo transcribo para que podamos leerlo:

En época de crisis, las empresas deben anteponer las ganancias a la responsabilidad social

Y a sea en los tiempos buenos como en los malos, las empresas deben ser socialmente responsables. Eso se da por descontado. Sin embargo, las actuales condiciones económicas adversas están sacando a la luz la realidad subyacente en el sentido de que la primera responsabilidad de una empresa es crecer exitosamente.

Algunas personas podrían pensar que la anterior declaración es políticamente incorrecta, pero los hechos resultan inexorables. Las empresas ganadoras crean empleos, pagan impuestos y, en general, expanden y fortalecen a la propia empresa.

Un requisito primordial

En otras palabras, las empresas exitosas permiten la existencia de responsabilidad social corporativa y no a la inversa. Por lo tanto, en este momento las sociedades deberían estar anteponiendo el margen de ganancias. Se trata del requisito que permite que todo lo demás sea posible.

No estamos sugiriendo que las compañías abandonen la filantropía y otras iniciativas de caridad, y no estamos diciendo que sólo vuelvan a adoptarlas cuando el panorama económico vuelva a ser favorable. Únicamente decimos que la responsabilidad social corporativa (RSC) necesita ser adaptada a las circunstancias. No se ha convertido en un lujo, pero los dirigentes de la actualidad necesitan clarificar ante ellos mismos y ante sus empleados cuál es el lugar que ocupa la RSC en la lista de prioridades de la empresa.

Iniciativas RSC

En primer lugar, las empresas pueden contribuir a la sociedad al donar dinero, bienes o servicios a las escuelas, hogares para desamparados, hospitales y cosas por el estilo.

En segundo lugar, las empresas pueden enfocar sus esfuerzos de RSC en participación comunitaria a través de actividades de sus empleados, tal como ser mentores de estudiantes u ofreciendo trabajo voluntario.

Y, finalmente, las compañías pueden estructurar sus estrategias de productos y servicios en términos de RSC: enfocándose en iniciativas de protección al medio ambiente, por ejemplo, o materializando preocupaciones medio ambientales en procesos de manufactura.

Cuando el ciclo económico está en auge, por supuesto, muchas empresas practican en cierto grado por lo menos las dos primeras formas de RSC y, algunas otras, practican las tres formas. Y una vez más, eso deben hacer. No sólo es lo correcto, sino que las prácticas de RSC pueden desempeñar un papel clave en el reclutamiento, retención y moral en general de los empleados.

Sin embargo, ¿cuál debe ser la postura de las empresas en la actualidad respecto a las tres formas de RSC, con el margen de ganancias reduciéndose, con la ola creciente de despidos y con los consumidores abrazando la sobriedad?

Todo cambia en épocas problemáticas

Para comenzar, es muy probable que las contribuciones en dinero en efectivo y en bienes materiales tengan que reducirse. En épocas problemáticas, el flujo de efectivo es crítico para la supervivencia de la empresa. Además, cuando por un lado usted está despidiendo trabajadores, resulta muy difícil racionalizar con los empleados que quedan en la empresa la emisión de cheques como dádivas para «causas que lo merecen».

Entonces, los gerentes deben decidir cómo distribuir una cantidad menor de fondos. La empresa puede salpicar el dinero equitativamente, dando poco dinero a muchas causas, o la lista de asociaciones de caridad puede ser podada y la empresa puede donar cantidades un poco más grandes a un número menor de organizaciones. Ninguna de las opciones es mala, bajo nuestro punto de vista, pero favorecemos la última porque los donativos tienden a tener mayor impacto.

En lo que respecta a las actividades comunitarias, por supuesto que las empresas deberían continuar alentando a sus trabajadores para que sigan estando involucrados, facilitando sus esfuerzos cada vez que sea posible con medios de transporte y con permisos que flexibilicen sus horarios regulares de trabajo. Sin embargo, los gerentes también deberían entender si los empleados se retiran de compromisos previamente adquiridos. Es humano recular y destinar todas tus energías al trabajo cuando se siente que éste podría ser vulnerable.

La RSC como estrategia

Mire, cuando el galón de gasolina cuesta cuatro dólares, el automóvil híbrido Toyota Prius es una propuesta de valor atractiva. Cuando la gasolina cuesta dos dólares por galón, ése ya no es el caso. Cuando la mayoría de los consumidores tiene buenos trabajos y se siente segura con ellos, tiene sentido esperar que paguen más por un producto que protege el medio ambiente. Cuando las cuentas bancarias se han secado, el producto más caro se convierte en algo difícil de vender.

Con esto queremos decir que el nivel impuesto para adoptar una RSC estratégica actualmente es más elevado que nunca. Los consumidores cada vez se ven menos capaces -o menos dispuestos- a pagar más por algo simplemente porque los hace sentir bien con ellos mismos.

En la actualidad, la decisión de compra también los tiene que hacer sentir bien financieramente. Eso no significa que se haya acabado la era de productos «socialmente responsables». Sólo significa que las empresas que venden esos productos se enfrentan a presiones de costos cada vez más intensas, y cualquier gerente que ignore ese hecho también está ignorando la venidera locomotora de la competencia.

No es que uno quiera sonar contrario a la RSC. Aun en estos tiempos de incertidumbre, cada empresa debería practicar buenos actos sociales corporativos. Sin embargo, también necesitan encarar la realidad de que primero se tiene que ganar dinero antes de regalarlo.

Fuente: El Economista

“La Comunicación de la RSE. Propuestas para un modelo de comunicación responsable”

Mis alumnos del máster de Gestión medioambiental siempre andan a vueltas con el tema de la RSC. Hablamos de ello en las clases de introducción a la Comunicación, pero no es posible profundizar todo lo que sería deseable. Esta reciente publicación se convierte en un documento muy recomendable.

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Forética acaba de publicar el decimotercer volumen de su colección de ‘Cuadernos de investigación y divulgación sobre Responsabilidad Social’. La publicación, titulada «La comunicación de la RSE. Propuestas para un modelo de comunicación responsable», expone los diferentes retos a los que se enfrentan las organizaciones que quieren comunicar de una manera efectiva sus políticas de responsabilidad social corporativa.

La guía, escrita desde el Departamento de RSE de Grupo Inforpress, incluye una compilación de casos prácticos sobre comunicación estratégica de la Responsabilidad Social 

“La Comunicación de la RSE. Propuestas para un modelo de comunicación responsable”, está estructurada en dos partes. En la primera el Departamento de Responsabilidad Social Empresarial de Grupo Inforpress expone y analiza los diferentes retos a los que se enfrentan las organizaciones que quieren comunicar de una manera efectiva sus políticas de RSE. 

Para la segunda parte del Cuaderno, Forética ha realizado una selección de siete casos prácticos de empresas que están desarrollando diferentes fórmulas de comunicación enmarcadas dentro de su estrategia de RSE. Entre estas iniciativas, el lector encontrará ejemplos como campañas internas para la comunicación de proyectos RSE, estrategias para establecer diálogo con los grupos de interés, campañas de publicidad estratégicas, o acciones específicas de comunicación con medios especializados en la materia, entre otras. Las prácticas seleccionadas por Forética pertenecen a las siguientes organizaciones: Fundación AstraZeneca, Cajamar, Contratas y Obras, MSD, Sanca, Sanitas y Unión Fenosa.  

A través de este cuaderno, Forética ha querido poner a disposición de la gente un manual básico y un compendio de buenas prácticas “con el que pretendemos ilustrar a un público, tanto especializado como no, sobre cómo transmitir de manera eficiente y transparente una gestión socialmente responsable”, según Germán Granda, Director General de Forética. 

Fuentes: Cinco Días / Pymesostenible.es

“La Comunicación de la RSE. Propuestas para un modelo de comunicación responsable”

Telefónica, empresa con mejor reputación corporativa

IPSOS Consulting ha presentado la segunda oleada del estudio KAR 2.008, un informe en el que han participado cerca de 250 personas y que pretende medir la situación económica del país y la reputación corporativa de sus principales empresas. Telefónica se postula como la empresa más destacada en categorías como éxito, proyección, presencia internacional y sensibilidad hacia Latinoamérica.

El KAR, que con ésta cumple su cuarta edición, analiza diez sectores empresariales de nuestro país, además de ofrecer una radiografía general acerca de la actual situación económica y su comportamiento de cara a 2.009. Para ello, Ipsos ha contado con la participación de cerca de 250 profesionales de diferentes ámbitos, ya sean políticos, analistas financieros, periodistas, directivos o académicos.

En cuanto al comportamiento de nuestras empresas, destacar a Telefónica, que lidera todas las categorías (empresa con más éxito, mayor proyección, presencia internacional y sensibilidad hacia Latinoamérica). Los dos grandes Bancos de nuestro país – Santander y BBVA- y Repsol completan el cuarteto de cabeza de una edición en la que se han incluido dos novedades: la calidad de los productos y servicios de las empresas y la atención de las empresas a sus clientes, ambas comandadas por Mercadona.

Por último, destacar el ranking de empresarios elaborado a partir de las opiniones de los periodistas encuestados, en el que domina con claridad Emilio Botín, Presidente de Banco Santander, con un 70% del respaldo. Amancio Ortega (57%-Inditex) y César Alierta (17%-Telefónica) completan el pódium.

Fuente: PRNoticias.com

Para el director corporativo de Ipsos Public Affairs España, Jorge Díaz-Cardiel, una de las conclusiones más llamativas del estudio es que una gran mayoría cree que, a pesar de la crisis, la responsabilidad social de la empresa es, si cabe, ahora más importante que nunca. «Es éste, por tanto, un excelente momento para invertir en políticas activas de RSC», aseveró.

Por otra parte, el estudio recoge la opinión de los periodistas respecto de los sectores económicos y sus empresas. En este sentido, los sectores de actividad hacia los que los periodistas se muestras más favorables y desfavorables son los mismos que hace 6 meses, en la primera oleada, aunque varía alguna posición en el ranking.

En concreto, se muestran más favorables hacia los sectores de Internet, turismo, cadenas turísticas, informática, telecomunicaciones y alimentación. En el lado contrario se encuentran servicios financieros, seguros, bancos y cajas de ahorro, líneas aéreas, auditoría, automoción y laboratorios farmacéuticos.

Fuente: Crónica Social

Microsoft, empresa informática mejor valorada por su RSC

En el sector de la informática e Internet, Microsoft es la compañía líder según los periodistas españoles. Así, los encuestados eligen a Microsoft como la empresa del sector más reconocida por su sensibilidad medioambiental o responsabilidad social. Le siguen en este ranking de empresas reputadas Google, HP e IBM.  

Dos empresas del sector de la informática e internet se posicionan en esta edición del Estudio KAR entre las diez primeras con una estrategia corporativa más potente y clara: Google ocupa la cuarta y Microsoft la séptima posición de este ranking en el que participan compañías de todos los sectores.

RSC en empresas informáticas
RSC en empresas informáticas

Preguntados los periodistas españoles sobre las relaciones entre las empresas del sector y la prensa, Microsoft es elegida como la que mejores relaciones mantiene seguida de HP, IBM y Google.

‘El sector de la informática e internet es uno de los más sensibilizados con la reputación social corporativa y de los que más invierte en nuestro país en políticas de RSC’ afirma Jorge Díaz- Cardiel, Director Corporativo de IPSOS Public Affairs.  

Respecto a la crisis, Díaz-Cardiel considera que ‘asta el momento, el sector tecnológico, en sus áreas de informática e internet se han visto poco afectados por la crisis. Todo hace pensar que, por ahora, tecnología e internet pueden seguir siendo baluartes sobre los que la Responsabilidad Social Corporativa pueda continuar desarrollándose, a pesar de la caída de la actividad económica’.

El Estudio KAR analiza la reputación corporativa de las principales empresas y sectores del país a través de una investigación basada en el conocimiento, profesionalidad e independencia de distintos públicos objetivo como políticos, líderes empresariales, periodistas, analistas y académicos. Los resultados de este informe sectorial corresponden a los resultados de la encuesta realizada a más de 100 periodistas de los principales medios de comunicación.

Fuente: PRNoticias.com