La incitación del ridículo

He sido acusado de «incitación al odio». Lo confieso abiertamente. Una empresa global como es Facebook, que ha implementado avanzados sistemas de control, considera que incito al odio, sí, al odio. Nada más y nada menos que al odio con todo lo que eso significa e implica (o debería significar o implicar). Y es que las palabras, aunque en estos tiempos muchos intenten que pierdan su verdadero significado, y por ende, su verdadera fuerza, son lo que son y significan lo que deben significar.

Evidentemente, la ironía nunca es fácil de comprender y menos por sistemas automáticos o de supuesta inteligencia artíficial. Tiempo al tiempo. Pero cuando se plantea el recurso y se explica con detalle el significado de una simple ironía, es cuando nos damos cuenta del escaso nivel de precisión y efectividad de los supuestos sistemas establecidos por estos foros de información global.

Este suceso, por otra parte, aunque confieso que me ha resultado ofensivo, no deja de ser anecdótico. Además, Facebook, en su magnanimidad, me transmite que «Entendemos que es posible que se cometan errores, por eso, no restringimos tu cuenta». Pero esto me ha hecho reflexionar intentando poner estos métodos de control (cuya existencia me parece indispensable aunque, visto el caso, claramente mejorables) en el contexto actual.

Vivimos en un mundo donde el exceso de todo tipo de información (y desinformación) nos rodea y percute nuestras mentes de forma machacona. Todos somos testigos del sesgo constante de los mensajes y de la intencionalidad con que se construyen y se ponen sobre la mesa. Las últimas elecciones autonómicas madrileñas han sido un claro ejemplo de hasta dónde podemos llegar en el ejercicio del sinsentido informativo. Una cadena en las que todos tenemos nuestra parcela de responsabilidad. En primer lugar, por supuesto, el emisor del mensaje, después, aquellos que lo manipulan, lo distribuyen y generan el debido altavoz, ya sean estos los medios de comunicación tradicionales o, por otra parte, nosotros mismos en nuestro ejercicio personal de viralización de esas informaciones que nos llegan (sean ciertas o falsas). Todos los eslabones de esa cadena debemos hacer un ejercicio de reflexión de nuestra responsabilidad y, cada cual desde su posición, poner los medios necesarios. Pero, como dice el refrán: » Entre todos la mataron y ella sola se murió».

Leía hace poco que la OCDE, en su publicación “Lectores del siglo XXI: desarrollando competencias de lectura en un mundo digital”, que versa sobre la pericia de manejo de internet de los jóvenes de 15 años, afirmaba que solamente el 41% de los jóvenes españoles fueron capaces de distinguir hechos de opiniones. Pero el asunto no queda aquí. Si echamos un vistazo al estudio demoscópico realizado por Alpha Research para la Universidad Complutense de Madrid y la consultora de comunicación Torres y Carrera, que explora el fenómeno de las ‘fake news’ o noticias falsas, entre sus conclusiones, destaca que el 78,5% de los encuestados considera que las redes sociales mienten. Sobre el total, un 52,3% cree que mienten a un nivel alto y un 26,2%, a un nivel medio. Sin embargo, el 82,4% de los jóvenes de entre 16 y 24 años se informa en primer lugar a través de las redes sociales. Pero quizá, la conclusión del estudio más llamativa y chocante es que muestra cómo la generación a la que menos le preocupa que una noticia sea falsa es a los más jóvenes. Al 36,4%, entre los 16 y los 24 años, no les preocupa mucho que una información que les interesa sea falsa.

La verdad es que se trata de unas afirmaciones tan contundentes como preocupantes. Sin embargo, viendo el contexto en el que nos encontramos, quizá no deberíamos sorprendernos. Estamos comezando a recoger los frutos de mucho tiempo de concienzuda siembra.

Y en este lamentable entorno en que todo tipo de figuras, públicas y privadas, derrochan oratoria sobre la libertad de expresión mientras, tras el biombo, maniobran en sentido contrario, vemos como las otrora estandartes de esa libertad del individuo, las redes sociales, se han covertido en una especie de estercolero de falsedades, de fake news y de habitat natural de todo tipo de oscuras maniobras de perfiles falsos y artimañas que hacen que aquello que en su día llamamos «astroturfing», hoy parezca un ejercicio simplón de patio de colegio. Pero de igual manera que el príncipe azul no puede besar a blacanieves porque hoy perpreta un acto deleznable, esas empresas que ponían en práctica aquellas máximas del Manifiesto Cluetrain donde los mercados devenían en conversaciones, caen en la incitación al ridículo cuando desean poner puertas al campo del libertinaje que ellos mismos, como decía al principio, han ayudado a crear como responsables de su parcela en esta bizarra cadena de la información en la que vivimos.

¿Estamos a tiempo de recuperar aquella ilusión que las redes sociales despertaron entre mucha gente o quizá ya sea tarde?

El futuro de la Banca, los Seguros y el Marketing

Hace algunos meses, mi colega Fernando Rivero, CEO de ditrendia, me invitó a participar en la elaboración de un libro de caracter coral para la Asociación de Marketing de España. bajo el título «El futuro de la Banca, los Seguros y el Marketing«. Evidentemente mi respuesta fue afirmativa y me puse delante de la página en blanco para hacer el ejercicio de imaginar cómo podrían ser los préstamos personales dentro de algunas décadas. casi nada… Comencé a consultar a diversos compañeros expertos en mi empresa, BNP Paribas Personal Finance, compañeros de las áreas de riesgo, marketing B2C, comercial, jurídico y fraude, y con toda esa información, manos a la obra, a intentar resumirlo en un capítulo para ese libro.

Afortunadamente para los lectores no estaba solo ya que otros 47 profesionales de los sectores de la banca, los seguros y el marketing me acompañaban en el proyecto. Profesionales de empresas como BBVA, ING, Santander, IberCaja, Google, MasterCard, Caser Seguros, Maphre, Axa, Generalli, Pelayo, etc, etc.

¿Cómo será la banca del futuro? ¿Cómo serán los seguros? ¿Cuál será el papel del marketing en el sector financiero y asegurador? Este libro trata de responder muchas preguntas. Los autores compartimos nuestras visiones del futuro de sectores que van a cambiar drásticamente en los próximos años, entre otras cosas, por la transformación digital, el impacto de las tecnologías y el cambio en las tendencias de consumo, de los modelos de negocios, de las legislaciones, etc. Francamente creo que esta mezcla de experiencias y enfoques ha dado como resultado un libro muy interesante, de fácil lectura y que, desde aquí, recomiendo a todos los que estéis interesados en estos temas.

Por cierto, y mucho más importante, los beneficios por la venta de este manual especializado serán destinados en su totalidad a la lucha contra la leucemia infantil, a través de la Fundación Uno entre cien mil”.

¡Si te animas, puedes comprarlo! 🙂

Anonimato, privacidad, libertad de expresión y el nudo Gordiano

Comienza un nuevo año y, la verdad, seguimos como terminamos el anterior. Damos una vuelta mirando de qué se habla en redes sociales y encontramos similares corrientes de opinión. Y sinceramente, aunque resulte seguramente polémico, me gustaría poner encima del tapete la cuestión del anonimato en la redes sociales. Ya en 2017 se comentó mucho la propuesta política de eliminar la posibilidad de crear perfiles en redes sociales de forma anónima. Para ello se usaba el argumento de la necesidad de frenar el uso de ese anonimato como parapeto para todo tipo de amenazas y acosos. La polémica, obviamente, estaba servida.

Uno de los principales argumentos en contra era que, evitando el anonimato, se atacaba la privacidad y la libertad de expresión haciendo que los ciudadanos, al no disponer de ese anonimato, practicaran una especie de auto censura de sus opiniones empobreciendo el debate público. Por otra parte, se decía que, para identificar a alguien que cometiera un delito en este contexto, no era técnicamente necesario conocer su identidad ya que «informáticamente» se le podía localizar igualmente (y casos así hemos vivido, efectivamente).

Hasta aquí la polémica. Pero si abrimos el debate más allá de la amenaza concreta de un perfil a otro (amenazas de todo tipo, injurias, difamaciones, etc) y nos trasladamos a la viralización de noticias y/o corrientes de opinión usando perfiles falsos específicamente creados para ello, el tema se complica bastante. Son dos asuntos diferentes pero que se unen partiendo ambos de la base de la posibilidad de crear perfiles en redes sociales desde el anonimato. El «Astroturfing«, los seguidores falsos o zombies, son expresiones conocidas y conocidos son también casos de empresas que han comercializado servicios de reputación online para personajes públicos o para empresas usando este sistema de dudosa moralidad pero, sin duda, efectivo. Y por si esto fuera poco, debemos añadir la relación de la creación de corrientes de opinión y trending topics usando las denominadas «fake news», siempre bajo turbios intereses. Creo que este asunto se ha hablado con fruición en todo tipo de medios comentado cómo afecta a campañas electorales, referendos y demás derivaciones políticas nacionales e internacionales con acusaciones volando de unos paises a otros.

Como se ve el patio lo tenemos bastante revuelto y no solamente en nuetsro país. ¿Qué se puede hacer? Pues hay opiniones para todos los gustos, desde el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, que defiende la transparencia y la existencia de una única identidad en la Red, hasta políticos y juristas fuera y dentro de España, que defienden todo lo contrario, que el anonimato garantiza la autenticidad de las opiniones y de la calidad de los contenidos ya que permite la creatividad sin ningún tipo de influencia o coacción.

Yo creo que este debate se pone sobre la mesa porque, como siempre, hay personas que se aprovechan de las circunstancias. Algunos para lucrarse de muchas maneras usando espacios de alegalidad y otros, sencillamente porque no saben hacer buen uso de sus libertades y confunden la libertad de expresión con algo que podríamos llamar «libertinaje de expresión» (por si acaso algún lector se despista, el libertinaje es un estado de exceso y abuso de libertad. Es una condición que no respeta los derechos ajenos, e incluso a veces ni los propios). Hemos visto y leido barbaridades de todo tipo que bajo el paraguas de la libertad de expresión, añaden, creo yo, una más que deleznable catadura moral, una falta obvia de educación y respeto y, también hay que decirlo, un desconocimiento del marco jurídico que limita esa libertad estableciendo fronteras que separan la opinión libre de la injuria, la difamación o la exaltación del odio, el terrorismo, el racismo, la xenofobia, o cualquier otro delito (incluidos los no tipicados, como no tener sentido común ni sensibilidad ningunos). Las libertades y las palabras tienen límites. Como me decían de niño, mi libertad termina donde empieza la de mi compañero. Pero estos casos que, aunque cada vez más numerosos (o que cada vez les damos más cancha en los medios…), no son la mayoría afortunadamente, y que no siempre se hacen desde el anonimato del que estamos hablando, ponen de manifiesto que existe un problema que se nos escapa de las manos. ¿Se puede ejercer la libertad de expresión desde el respeto, el sentido común y la legalidad? Sin duda aunque haya gente que no lo haga.

¿Y si para abrir un perfil en redes sociales tuviéramos que identificarnos adecuadamente evitaríamos así estos casos?. Nuestros datos podrían quedar bajo la custodia de la red social y luego, nuestro nick o apodo podría ser el que quisiéramos protegiendo nuestro anonimato. Eso sí, si infringimos la ley, entonces se pueden tomar acciones legales de forma rápida y sencilla. Al fin y al cabo es lo que sucede en nuestras vidas reales a diario. ¿Por qué debe haber una posibilidad de anonimato en la Red que no tenemos en la vida real? Bueno, si así fuera seguramente habría muchos trolls que abandonarían el oficio… pero si consultamos esto a un abogado, este arruga de inmediato el entrecejo y dice: «Uf, eso es muy complicado». Y lo es ciertamente. Una vez más, la evolución de la tecnología va más rápido de lo que los marcos legales son capaces de asimilar y regular convenientemente.

Pero si volvemos a abrir el debate al uso de perfiles falsos para la viralización de corrientes de opinión (esa antigua propaganda que antes – y ahora también – hacen los gobiernos) vemos que hay un problema que incluso las propias empresas del sector intentan mitigar. Facebook buscando perfiles falsos, protegiendo las fotos que subimos para su uso fraudulento, buscando fake news, etc; o Twitter eliminando miles de perfiles falsos constantemente. Este asunto daría no para un post sino para muchos. La realidad no es cuestionable, los perfiles falsos son una constante y se usan sistemáticamente para usos poco lícitos. ¿Qué hacemos en este caso? Si limitamos una cosa intentando atajar un problema obvio, limitamos la otra como efecto inmediato. Mientras tanto la situación está delante de nosotros creando múltiples y graves problemas. Esto es lo que se llama, un nudo gordiano.

La máquina del tiempo se ha calado…

Más de tres años sin escribir en el blog. ¿Motivos? Muchos y variados, acostumbrarme a escribir sin fumar (tres años como exfumador ya son bastantes como para enfrentarme a escribir sin «mono»), un hijo de siete años que reclama tiempo y el placer que se tiene al compartirlo juntos y, por supuesto, mucho trabajo, falta de ocio y, sin duda, la pereza. Pero bueno, aquí ando de vuelta con intención de volver a escribir aunque sea de Pascuas a Ramos…

Y lo primero que hago es leer de nuevo las últimas entradas de este blog. Tocaba temas como Con la marca personal arriba y abajo, un clásico como ¿Deben los directivos de las grandes empresas estar presentes en redes sociales?, los periodistas tertulianos de carnet político entre los dientes… De la información periodística al pseudo comisariado político 2.0 o los «guruses» equivocados, perdón, que ahora se dice «influencers» con El falso caballero andante y su amenazadora cohorte de followers.

¿Y qué es lo que veo?

Pues que han pasado tres largos años plagados de noticias, crisis, elecciones generales repetidas, independentismos de ensoñación, corrupciones de todo calado, referendos y elecciones ganados por quien menos se podía pensar y, curiosamente, todos esos temas siguen siendo de completa actualidad en nuestro pequeño mundo de la comunicación; eso sí, con algún pequeño retoque relacionado con los temas de tendencia. Si ponemos un poco de «transformación digital» (lo del social media y el emprendedurismo está demodé) tenemos la actualización completa. Y la verdad es que no deja de ser sorprendente que después de tres años completos, más de 1095 días, en el fondo, sigamos hablando, poco más o menos, de las mismas cosas. Como se suele decir «Vuelve la mula al trigo«.

Por un lado me ha resultado chocante y, por otro, bastante preocupante, lo poco que ha cambiado el panorama. Espero de ahora en adelante poder tocar temas relacionados con la comunicación corporativa y poder ver si, de verdad, la máquina del tiempo se ha calado…

¿Alguien se acuerda del Doctor Eliyahu Goldratt?

Ayer me llegó un correo electrónico de un buen amigo, Mario López de Ávila (cuyo blog recomiendo sinceramente) que me comunicaba el fallecimiento de Eliyahu M. Goldratt. Muchos al leer esto se preguntarán quién era. Pues por eso mismo escribo este artículo, porque ningún medio de comunicación en nuestro país se ha hecho eco de la desaparición del autor del libro de Management más vendido de todos los tiempos: “La Meta”. Un hombre de este valor intelectual merece que le dediquemos al menos algo de nuestro tiempo.

Me permito reproducir el obituario de uno de sus seguidores en España, Mario Calvet:

ELIYAHU M. GOLDRATT
ELIYAHU M. GOLDRATT

Hace 64 años nació un gigante. El doctor Eliyahu Goldratt empleó toda su vida adulta y profesional a la batalla para demostrar que este mundo puede ser mejor. Muchos de nosotros pensamos que realmente es posible conseguirlo y que personas como Eli Goldratt son referentes para esforzarnos en conseguirlo. Para ello, hemos de tener el valor de asumir grandes retos, poner en duda nuestros supuestos y creencias  de forma que podamos crear y mejorar. En definitiva utilizar el potencial del pensamiento, tal y como Goldratt nos ha recomendado y en muchos casos enseñado a hacer. Aplicando estos principios en diversas áreas de gestión y desarrollo de las organizaciones, Eli Goldratt creó la «Teoría de las Limitaciones«. Su legado es incalculable. No solo a través de sus libros, como el best seller “La meta” o sus videoconferencias mundiales via satélite, sino a través de su gigantesco esfuerzo personal en crear una comunidad de mejora. Probablemente, la sociedad tardará tiempo en apreciar en toda su amplitud la contribución de Goldratt.

Este once de junio de 2011, Goldratt murió en su casa de Israel, en compañia de sus familiares y amigos íntimos.

La fuerza y la pasión de Eli, le permitieron dedicar sus últimos días a transmitir y compartir sus últimos pensamientos y percepciones innovadoras, a un grupo de colegas que se han comprometido a transferir estos conocimientos, a la comunidad de TOC (theory of constraints) como se conoce internacionalmente a los que participamos en ella, en particular, así como a la sociedad en general.

Como dijo Eli: “Sonrio y empiezo a contar con mis dedos: Uno, la gente es buena. Dos, todo conficto puede ser resuelto. Tres, toda situación, no importa lo compleja que inicialmente pueda parecer, es sorprendentemente simple. Cuatro, toda situación se puede mejorar substancialmente; y ni el cielo es el límite. Cinco, cada persona puede llegar a tener una vida plena. Seis, siempre hay una solución en la que todos ganan. ¿Sigo contando?

Para aquellos que no han leído la obra de Goldratt, nunca es tarde: La Meta

Sinceramente me gustaría creerlo

Recientemente mis buenos amigos de Fundetec han publicado el Informe ePyme 2010 con el apoyo de la Dirección General de Política de la Pyme (DGPYME) del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Se trata de una magnífica radiografía de la penetración y uso de las TIC en la pequeña y mediana empresa española. Se trata de un informe anual de obligada lectura.

Del mar de datos que ofrece me quedo con estos en concreto:

  • En las microempresas, el porcentaje de empresas con conexión a Internet ha aumentado 3 puntos, situándose en el 55,9% en 2010, mientras que en las pymes asciende al 96,2%, un 1,3% más que en 2009.
  • Mientras que el 21,9% de las microempresas cuenta con página web, 0,5 puntos más que en 2009, el porcentaje de pymes que cuentan con esta herramienta se situó en el 58,9%, 1,4 puntos más que en 2009.

En resumen. En España hay una cifra redondeada de 158.000 pequeñas y medianas empresas – entre 10 y 249 empleados – según los datos del DIRCE (Directorio central de empresas) del INE correspondientes a este año 2010 (Lo comenté en otro artículo de este mismo blog). Eso quiere decir que disponen de web corporativa unas 93.000 pymes españolas.

¿A qué viene todo esto?

Bien, se han publicado los resultados del «I Estudio MuyPymes Social Media en la Empresa Española» y me he quedado gratamente sorprendido. Sobre todo sabiendo que no existen estudios de referencia sobre uso de herramientas de social media en la pyme y micropymes españolas suponiendo éstas algo más del 95% del total del tejido empresarial español.

El estudio ha consultado a 517 pymes sobre temas relacionados con el social media y, en particular, sobre su uso de redes sociales:

Nos aporta los siguientes datos llamativos entre otros:

  • El 32% de las pymes españolas tiene página en Facebook
  • El 24% tiene presencia en Facebook y en Twitter

Eso quiere decir que  de las 158.000 pymes españolas existentes aproximadamente, unas 55.500 disponen de página en Facebook y unas 38.000 también presencia en Twitter. No olvidemos que solamente unas 93.000 tienen web corporativa… Aventajados alumnos del mundo 2.0 tenemos que rápido han entendido eso del «cambio de paradigmas», sinceramente me gustaría creerlo.

Evidentemente el estudio de MuyPymes tiene valor y aporta datos interesantes, sin embargo las cifras que nos presenta, al menos a mí, y viendo otros datos de penetración TIC en España se me antojan optimistas.

El estudio se ha llevado a cabo mediante una encuesta online y, dado el objetivo del estudio, eso puede acarrerar lo que los expertos en estudios de mercado llaman «sesgo» (al menos en algunos de sus resultados). Si quieres saber cuantos españoles tienen conexión a Internet en sus casas, no puedes hacer una encuesta online, deberas usar otros sistemas. Lo más ortodoxo hubiera sido utilizar el sistema de encuesta telefónica, por ejemplo.

En resumen, me parece mucho más interesante quedarse con otros datos de este estudio que considero tienen mayor validez y que no es poco: Qué objetivo persigue la pyme con su presencia en social media, qué tipo de recursos humanos destinan para esas acciones o qué importancia da la pyme a las acciones en social media dentro de su política de marketing.

De momento, sigo con las ganas de tener en mis manos un estudio en profundidad sobre la penetración del social media en la pyme y micropyme españolas. Con unos 12 a 18 mil euros se podría disponer de ello ¿A alguien le interesa? Y no estoy ofreciendo mis servicios, simplemente era una pregunta retórica… MuyPymes ha hecho el trabajo con la mejor de sus intenciones, pero quizá debieran ser otras instituciones, públicas, las que entraran en este tema y sacaran a la luz estos datos TIC de las pequeñas empresas. ¿Acaso será que no interesa demasiado? Esto es otra pregunta retórica… Se la pordríamos trasladar al IMADE o la Dirección General para el Impulso de la Sociedad de la Información. ¡Ah! Que ya no se puede, que ya no existen, lástima.

Para que los interesados puedan estudiar ambos informes citados, aquí dejo los enlaces:

«I Estudio MuyPymes Social Media en la Empresa Española»

«Informe ePyme 2010 de Fundetec«

Joven y emprendedor en Internet: es el momento

Esta semana he tenido el honor de arrancar el XIX Foro Universitario Juan Luis Vives en Valencia. Ha sido un placer y debo agradecerlo en primer lugar al director, Gersón Beltrán (@gersonbeltran) y a mi buena amiga Marta Bonet (@peppersantblai) por su amable invitación y, por supuesto, a todos los asistentes por su interés y las peticiones de información recibidas. Si en mi mano está echar una mano, aquí estoy!

Pero el foro sigue durante dos meses más con un elenco de ponentes de primer orden. Si de algo vale mi consejo espero que nadie se pierda la enseñanzas de magníficos profesionales como Juan Merodio, Pablo Herreros o Roberto Carreras (me dejo muchos que no desmerecen en absoluto). Lo mejor es consultar el programa.

Me tocó abrir brecha con un tema importante y lejos de mis habituales conferencias sobre comunicación corporativa o social media, la juventud, el sentimiento emprendedor e Internet como catalizador. Intenté despertar la proactividad de los universitarios en un momento en el que precisamente la situación de España no apoya un estado de ánimo «positivo» en esa generación (y tampoco demasiado en otras). Espero haber prendido una mecha de interés en alguno de ellos, aunque otros seguro que ya me odian 🙂

Para los interesados, aquí dejo la presentación que use en pasado lunes. Contiene datos que dan pie a la reflexión.

Joven y emprendedor en Internet: es el momento

Hemos perdido el tiempo y el dinero de todos

Normalmente dedico este blog a hablar de comunicación desde un punto de vista divulgativo y dejo siempre de lado los entresijos de mi actividad profesional como Director de Comunicación de la Asociación Nacional de Empresas de Internet, ANEI durante los últimos casi 8 años. Patronal con más de 500 empresas TIC asociadas en España. Después del acuerdo sobre la llamada «Ley Sinde» y del revuelo causado, ha llegado el momento de dar mi sincera opinión. Intentaré ser breve, lo prometo.

En primer lugar, nada ha sido una sorpresa. A pesar de todo el interminable caos mediático era la «crónica de una muerte anunciada». Cuando se trabaja con instituciones públicas, y se ha escarmentado en muchas batallas, se sabe perfectamente cuándo los gobiernos (municipales, autonómicos o centrales) están jugando su particular «mareo de la perdiz».

Hemos asistido a un magnífico ejemplo del funcionamiento de los partidos, las instituciones, su doblegamiento a intereses económicos de terceros, egoistas, partidistas, y su genial uso de personas y medios de comunicación. Eso es la política… Y los que piensen que lo que ocurre se hace por desconocimiento… están muy equivocados. No es esa la cuestión.

Ahora nos queda el derecho al pataleo y, de momento, la libertad de expresión…

Muchos personajes relevantes en la Red han mantenido reuniones con ministros y personajes de la cultura y han sido significados como representantes del sector Internet (para bien o para mal según opiniones pero con indudable buena voluntad por su parte). Sin embargo, las instituciones ya tenían en su poder documentación de todo tipo sobre: problemas y efectos secundarios de esta ley polémica, tanto a nivel usuario como empresarial (sobre todo ISPs) e incluso jurídico. Por lo tanto, y en mi opinión, solamente se ha usado el sistema de «mareo de la perdiz» y su renombre para despistar a la opinión pública sin que jamás hubiera habido ninguna intención de «dialogar». Todo este tiempo hemos vivido un auténtico «diálogo de besugos». Lo cual no deja de ser indignante pero nunca sorprendente en eso que se llama «comunicación política»…

Cuando desde una patronal y desde organizaciones sectoriales llevamos tantos meses intentando el diálogo, aportando soluciones, documentos, datos y cifras y no se obtiene respuesta, la cosa estaba clara… Si que es verdad que después del rechazo del congreso a la ley se atisbó una posibilidad de «aires nuevos» quizá apoyados en la situación dramática de nuestro país tan necesitado de nuevos modelos de gestión pública. Tristemente, ayer hemos despertado del sueño y hemos vuelto a la áspera realidad española. «Spain is different» que decía aquel slogan publicitario.

Hemos perdido, una vez más, la oportunidad de legislar usando la cabeza y crear un marco legal adecuado a los avances tecnológicos, escuchando a todos los profesionales y teniendo visión de estado y de futuro en beneficio general.

Independientemente de haberse usado el prestigio de personas, a los medios de comunicación y a la sociedad en general, lo que se ha hecho es crear de nuevo una ley obsoleta ya antes de nacer. Una ley que daña las libertades, que no favorece al tejido empresarial de Internet y que NO resuelve ningún problema, pero… que satisface a entidades de gestión, creadores de contenidos, intereses internacionales y artístas ¿Les satisface? Benditos ellos y su ingenuidad si lo creen así. Pues enhorabuena por una victoria pírrica. En muy poco tiempo se verá que la tecnología y los modelos de negocio caducos no entienden de leyes y que todo esto ni les va a mejorar su situación ni va a dejarles dormir por las noches. Solamente han retrasado el hecho de remangarse y tener que entender los cambios de nuestra época y evolucionar.

Simplemente hemos perdido el tiempo y el dinero de los contribuyentes.

Lo peor de todo esto es que no ha hecho más que empezar. Nos veremos las caras nuevamente con temas como la propiedad intelectual, nuevos modelos de protección de datos y, sobre todo, la neutralidad en la Red. Aunque muchos no lo entiendan… Todo tiene mucho que ver.

ACTUALIZACIÓN: Mi más sincero aplauso a Álex de la Iglesia. Con perdón de la expresión y alabando su coherencia: ¡Con un par de huevos bien puestos! Ojalá en España este ejemplo se difunda de una puñetera vez.

Manifiesto por una Red Neutral

Los ciudadanos y las empresas usuarias de Internet adheridas a este texto manifestamos:

1.- Que Internet es una Red Neutral por diseño, desde su creación hasta su actual implementación, en la que la información fluye de manera libre, sin discriminación alguna en función de origen, destino, protocolo o contenido.

2.- Que las empresas, emprendedores y usuarios de Internet han podido crear servicios y productos en esa Red Neutral sin necesidad de autorizaciones ni acuerdos previos, dando lugar a una barrera de entrada prácticamente inexistente que ha permitido la explosión creativa, de innovación y de servicios que define el estado de la red actual.

3.- Que todos los usuarios, emprendedores y empresas de Internet han podido definir y ofrecer sus servicios en condiciones de igualdad llevando el concepto de la libre competencia hasta extremos nunca antes conocidos.

4.- Que Internet es el vehículo de libre expresión, libre información y desarrollo social más importante con el que cuentan ciudadanos y empresas. Su naturaleza no debe ser puesta en riesgo bajo ningún concepto.

5.- Que para posibilitar esa Red Neutral las operadoras deben transportar paquetes de datos de manera neutral sin erigirse en “aduaneros” del tráfico y sin favorecer o perjudicar a unos contenidos por encima de otros.

6.- Que la gestión del tráfico en situaciones puntuales y excepcionales de saturación de las redes debe acometerse de forma transparente, de acuerdo a criterios homogéneos de interés público y no discriminatorios ni comerciales.

7.- Que dicha restricción excepcional del tráfico por parte de las operadoras no puede convertirse en una alternativa sostenida a la inversión en redes.

8.- Que dicha Red Neutral se ve amenazada por operadoras interesadas en llegar a acuerdos comerciales por los que se privilegie o degrade el contenido según su relación comercial con la operadora.

9.- Que algunos operadores del mercado quieren “redefinir” la Red Neutral para manejarla de acuerdo con sus intereses, y esa pretensión debe ser evitada; la definición de las reglas fundamentales del funcionamiento de Internet debe basarse en el interés de quienes la usan, no de quienes la proveen.

10.- Que la respuesta ante esta amenaza para la red no puede ser la inacción: no hacer nada equivale a permitir que intereses privados puedan de facto llevar a cabo prácticas que afectan a las libertades fundamentales de los ciudadanos y la capacidad de las empresas para competir en igualdad de condiciones.

11.- Que es preciso y urgente instar al Gobierno a proteger de manera clara e inequívoca la Red Neutral, con el fin de proteger el valor de Internet de cara al desarrollo de una economía más productiva, moderna, eficiente y libre de injerencias e intromisiones indebidas. Para ello es preciso que cualquier moción que se apruebe vincule de manera indisoluble la definición de Red Neutral en el contenido de la futura ley que se promueve, y no condicione su aplicación a cuestiones que poco tienen que ver con ésta.

La Red Neutral es un concepto claro y definido en el ámbito académico, donde no suscita debate: los ciudadanos y las empresas tienen derecho a que el tráfico de datos recibido o generado no sea manipulado, tergiversado, impedido, desviado, priorizado o retrasado en función del tipo de contenido, del protocolo o aplicación utilizado, del origen o destino de la comunicación ni de cualquier otra consideración ajena a la de su propia voluntad. Ese tráfico se tratará como una comunicación privada y exclusivamente bajo mandato judicial podrá ser espiado, trazado, archivado o analizado en su contenido, como correspondencia privada que es en realidad.

Europa, y España en particular, se encuentran en medio de una crisis económica tan importante que obligará al cambio radical de su modelo productivo, y a un mejor aprovechamiento de la creatividad de sus ciudadanos. La Red Neutral es crucial a la hora de preservar un ecosistema que favorezca la competencia e innovación para la creación de los innumerables productos y servicios que quedan por inventar y descubrir. La capacidad de trabajar en red, de manera colaborativa, y en mercados conectados, afectará a todos los sectores y todas las empresas de nuestro país, lo que convierte a Internet en un factor clave actual y futuro en nuestro desarrollo económico y social, determinando en gran medida el nivel de competitividad del país. De ahí nuestra profunda preocupación por la preservación de la Red Neutral. Por eso instamos con urgencia al Gobierno español a ser proactivo en el contexto europeo y a legislar de manera clara e inequívoca en ese sentido.

Joaquín Mouriz Costa

Sin Neutralidad de la Red simplemente termina Internet

La Wikipedia nos dice: «Una red neutral es aquella que está libre de restricciones en las clases de equipamiento que pueden ser usadas y los modos de comunicación permitido, que no restringe el contenido, sitios y plataformas, y donde la comunicación no está irrazonablemente degradada por otras comunicaciones».

La neutralidad en la red es como el aire que respiramos, nadie se da cuenta que existe porque siempre ha estado ahí, pero nos daremos mucha cuenta si desaparece…

Pero por haber usado siempre Internet de la misma manera mucha gente no entiende en realidad dónde radica el problema del que tanto se habla últimamente y, mucho menos, la importancia vital que tiene para el futuro que la neutralidad en la red se respete rigurosamente.

Veamos una sencilla explicación:

Creo que el video deja suficientemente claro que Internet es como es gracias a la neutralidad. Si estás leyendo este artículo es porque tú lo has decidido y nada ni nadie te ha puesto ningún impedimento. Esto podría dejar de ser así.

Pero ¿Por qué se pone en duda este concepto después de tantos años con Internet funcionando y creciendo?

La respuesta está en ese mismo crecimiento, en el uso masivo de la red y de las nuevas aportaciones tecnológicas que lo harán más universal si cabe. Actualmente estamos muy cerca de los 2000 millones de internautas, gente cada vez más acostumbrada a Internet y que, gracias a eso que se llama los medios sociales o social media, ha adquirido un poder de comunicación e influencia jamás visto con anterioridad. La llegada de los terminales de telefonía móvil «smartphones» (los más vendidos con diferencia, iphones, nexus, blackberries, etc)  puede hacer que la cifra de personas con capacidad de conectarse se dispare en pocos años. Pensemos que usuarios de telefonía móvil hay más de 4000 millones ¿Se imagina alguien la cifra resultante de la convergencia de ambos en poco tiempo? Eso es el mercado más grande del mundo y es, por decirlo de forma sencilla, la «gallina de los huevos de oro». Y las operadoras de telecomunicaciones lo saben perfectamente…

Hace pocas fechas se debatió en el Senado español este asunto y no se consiguió un pronunciamiento claro. El próximo miércoles se vuelve a tratar el tema y sería de suma importancia que no se dilatara en el tiempo una decisión, y menos argumentando retrasos en función de futuras decisiones de la UE o que se aprobara un texto que fuera confuso en sus términos.

Si queremos que internet siga siendo un lugar donde toda la información fluya en igualdad de condiciones, donde una buena idea pueda competir, en función exclusivamente de su propio valor, con las grandes empresas y multinacionales, donde la opinión del ciudadano pueda influir en la sociedad y en la política, es necesario que se respete rigurosamente la neutralidad de la red y se haga oídos sordos a los cantos de sirenas de las grandes empresas interesadas en que este «status quo» desaparezca.

No debemos confundir términos: Una cosa es que se pueda considerar Internet como un derecho universal, es decir, que todos tengamos derecho a estar conectados. Otro cosa es que nos conectemos con un ancho de banda adecuado que ofrezca una velocidad y una relación calidad-precio adecuada; y otra muy diferente, es la neutralidad, que es que una vez conectados tengamos las mismas posibilidades reales de visitar cualquier web a lo largo y ancho del mundo sin ningún tipo de restricción. Que nadie quiera confudirnos con conceptos que son diferentes.

Termino dejando una reflexión. Internet no existe, esa red de información son realmente personas que crean cosas, millones de cosas, con la esperanza de que otras personas lean, vean y usen esas cosas. Pero esa esperanza se basa en que todos podemos llegar a verlas en igualdad de oportunidades. Si ese equilibrio desaparece, entonces Internet será una red en las que las grandes empresas y grupos de interés dominarán lo que podremos ver, nos dirán lo que podemos leer y favorecerán solamente las ideas que ellos quieran defender. Eso NO es libertad, eso NO es igualdad, eso NO ES INTERNET.